El Concello notifica una media de 90 embargos al día por impagos

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

RAMON LEIRO

10 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La lucha contra la morosidad es una de los grandes quebraderos de cabeza de las Administraciones, y el Concello de Pontevedra no es una excepción. Los sistemas de control de los padrones de tasas e impuestos municipales se perfeccionan año a año con el finde perseguir la «equidade fiscal» a la que alude habitualmente el concejal de Facenda, Raimundo González Carballo, pero sigue siendo necesario contar con una oficina de recaudación ejecutiva. Se trata de un servicio externalizado, en manos de la firma Recyges, que cada año recurre a las herramientas que otorga la legislación para cobrar a los morosos con el Concello.

Solo el año pasado se cargaron a ejecutiva algo más de 42.000 recibos impagados -el IBI, el agua y el impuesto de vehículos son los que más deudores generan-, por valor de cerca de siete millones de euros.

Una de las herramientas para cobrar estos impagos, de hecho la más utilizada, es el embargo. De cuentas corrientes, de salarios, de devoluciones del IRPF o, en casos extremos, de vehículos o incluso de inmuebles. El año pasado, el Concello tramitó cerca de 32.000 notificaciones de embargos. Una media de casi 90 al día. La as cuentas corrientes de contribuyentes morosos fueron los principales objetivos de este servicio que se dedica a cobrar estos impagos después de cerrado el período voluntario de pago.

Se requirió información a una quincena de entidades bancarias referidas a 18.314 deudores, lo que dio pie a obtener información sobre más de 34.000 cuentas corrientes (muchos de los deudores eran titulares de varias cuentas). En la siguiente fase, cuando algunos ya se habían puesto al día, se emitieron un total de 30.253 mandamientos de embargo de cuentas corrientes; y finalmente se llevó a cabo el embargo efectivo de 5.029 cuentas por un total de 673.202 euros.

Las devoluciones tributarias son el segundo gran objetivo de los embargos que tramita servicio de recaudación ejecutiva. El año pasado, el Concello obtuvo por este procedimiento algo más de 291.000 euros con el que saldaron las deudas de 1.135 contribuyentes.

En el caso de vehículos, se notificaron 365 diligencias de embargo que derivaron en 16 comunicaciones al registro mercantil de sendos mandamientos de anotación de embargo y en la expedición de 12 órdenes de captura de vehículos.

Por último, también se recurrió a la amenaza de embargo de bienes inmuebles a 52 deudores; se notificaron 42 diligencias e embargo y se llevaron a la práctica un total de una docena de anotaciones preventivas en el registro de la propiedad.

El impuesto de bienes inmuebles genera la mitad de la morosidad con la Administración

Los recibos impagados que llegaron a lo largo del año pasado a la oficina de recaudación ejecutiva del Concello de Pontevedra sumaron la cifra más elevada de los últimos siete años, alcanzando los 6,9 millones de euros. Para encontrar un dato más elevado hay que remontarse al 2012 (7,5 millones en recibos impagados).

Aproximadamente la mitad de los recibos devueltos que se tramitaron el año pasado corresponden al impuesto de bienes inmuebles, cuya morosidad experimento, a la luz de la memoria anual de Recyges, un insólito incremento para alcanzar los 13.488 cargos. Para hacerse una idea del espectacular incremento, basta citar que la media anual de recibos devueltos en la última década rondó los ocho mil. Este incremento de impagos se explica, según el concejal de Facenda, en que en el 2018 se cargaron también recibos pendientes del ejercicio anterior.

En cualquier caso, la cifra cargada a ejecutiva por impagos del IBI ascendió a 3,4 millones de euros, La mitad del montante total (6,9)

En otros conceptos los valores son similares a los de años anteriores. Así, el otro gran cargo en cuanto a impagos en el Concello de Pontevedra, el recibo del agua, presenta cifras bastante similares en cuanto a recibos devueltos (13.934 en el 2017 y 14.138 el año pasado), y en cuanto a montante económico (1,078 millones y 1,121, respectivamente).

El impuesto de vehículos es el tercer gran generador de impagos, con 10.914 recibos impagados el año pasado, que suman un valor de algo más de 876.000 euros.