Una pelea multitudinaria en la cárcel termina con cinco presos aislados

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

RAMON LEIRO

El mismo día, el centro penitenciaria de Pontevedra registró otros dos incidentes de gravedad

09 oct 2019 . Actualizado a las 20:36 h.

El viernes pasado fue muy movido en la prisión de A Lama. Tanto que los sindicatos Acaip, CC.OO., CIG, ATP y Csif denunciaron que lo ocurrido «no hace más que confirmar las difíciles condiciones laborales a las que se tienen que enfrentar los trabajadores del centro día tras día».

Y es que sobre las nueve y media de la mañana, el módulo 3, que es para presos ordinarios, fue escenario de una pelea multitudinaria. Algunos de los reclusos terminaron con contusiones. De hecho, uno tuvo que ser derivado a Montecelo con una posible rotura de nariz y varias heridas en la boca.

El incidente provocó que tuviesen que intervenir funcionarios de diferentes módulos de la prisión de Pontevedra concluyendo con el aislamiento provisional de cinco internos.

No pasaría mucho tiempo hasta que un nuevo incidente rompió la calma de la cárcel. Sobre las cuatro y media de la tarde y tras disfrutar del descanso vespertino en las celdas, los funcionarios comprobaron que un preso no ha abandonado su celda para salir al patio. De inmediato, un trabajador penitenciario comprobó que permanece en su celda, inconsciente y que no reacciona a las palabras, por lo que tuvo que ser trasladado en volandas hasta la enfermería.

Todo parece indicar que se trató de una sobredosis de pastillas. A este respecto, los sindicatos incidieron en que llevan tiempo denunciando que el actual reparto de la medicación posibilita que los reclusos acumulen fármacos y facilita que este tipo de situaciones se produzcan.

En todo caso, los incidentes no acabaron ahí. Apenas hora y media más tarde, en el módulo de aislamiento,un interno clasificado en primer grado -el más restrictivo- «provocó un incidente que alteró el normal desarrollo de la vida regimental», por lo que tuvieron que intervenir los funcionarios y el jefe de servicios para restablecer el orden.

El preso fue conducido a una celda de observación en el área de enfermería. Se da la circunstancia de que no se pudo utilizar el habitáculo previsto para estas situaciones en el departamento de aislamiento porque actualmente lo está ocupando otro interno de extrema peligrosidad,el Hannibal Lecter español.

Desde los sindicatos insistieron en que este cúmulo de incidentes en apenas unas horas «no hacen más que constatar las dificultades por las que pasamos, día a día, los funcionarios» de la prisión de A Lama. «Nos sentimos abandonados, con plantillas deficitarias en número y medios», añadieron, al tiempo que demandaron «medidas inmediatas que incrementen la seguridad de los trabajadores y de los propios reclusos».

Entienden que, en caso contrario, «solo es cuestión de tiempo que tengamos que lamentar sucesos de consecuencias irreversibles».