Seis goles en 90 minutos y con una misma firma

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Ramón Leiro

El filial granate Rivera metió la mitad de los tantos de un partido que quedó 12-2

26 feb 2019 . Actualizado a las 11:40 h.

En el Pontevedra hay un nombre propio y no estaba en el partido contra el Fuenlabrada. Poco tuvo que ver con la goleada al líder, pero su nombre ensombrece esa gesta dando protagonismo a la suya personal y a la del filial, que venció al San Martín con un resultado insólito para la categoría. Un 12-2 que dejó sin argumentos al rival y que elevó a José Rivera a los altares del fútbol gallego al firmar seis de los doce goles. «Estuvimos perfectos con balón y siempre quisimos más, en la ida nos habían metido cinco ellos y estábamos picados», confiesa el delantero granate al término del entrenamiento con el primer equipo en Cerponzóns. Entrena a las órdenes de Luismi y es un refuerzo habitual en las filas granates por si falla alguno en punta. Él asegura que trabaja para cuando el míster lo necesite. «Yo estoy aquí para lo que quieran, para lo que me den, si puedo tener más oportunidades, bienvenidas sean», señala. Aunque parece quitarle hierro a los goles, reconoce que «no marcó seis desde que era un niño de diez años». Diez primaveras después se dio la tormenta perfecta. Saltaron al campo de A Xunqueira una hora antes que los chicos del primer equipo y en el descanso de Pasarón algo se olían. Un compañero del Pontevedra contaba al banquillo con gestos como habían quedado los cachorros granates y cuantos les había endosado Rivera.

En los primeros 25 minutos cayeron los cuatro primeros y anularon al rival por aplastamiento. «Ellos vieron que en diez minutos en la primera parte marcamos cuatro goles y se vinieron abajo», comenta Rivera, que solo en la primera parte llevaba tres de los siete tantos del equipo. El resto llegarían en el minuto 65 y dos más casi seguidos para sentenciar con el undécimo y duodécimo. Cuando se le insinúa que su goleada es casi más ruidosa que la victoria del primer equipo es rotundo. «No, no, está claro que mis goles no lucen más que la victoria al Fuenlabrada, ganando se ponen ahí arriba y se ponen en el carro para meterse en el play off», comenta.

El objetivo de filial también es ambicioso. Quieren ganar la liga y pelear por un ascenso. «Después de años complicados tenemos que ir a por la liga y ascender. Un filial no puede estar en Primera Regional», comenta Rivera, que espera al Portonovo en casa en la última jornada. «Ya fallará», dice el delantero. Ahí estarán esperando para intentar dar la estocada, por muy difícil que se lo ponga el actual líder.

Sus compañeros del primer equipo, así como Luismi, lo felicitaron y ayer bromeaban con él en Cerponzóns por las seis dianas después de tres jornadas sin marcar. Y eso que son seis de los 23 que ya acumula como pichichi de la clasificación.