La red de saneamiento sufre dos sabotajes en Pontevedra con unos minutos de diferencia

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

Uno afectó a la EDAR de Lourizán y otro se localizó en Tafisa

20 feb 2019 . Actualizado a las 20:00 h.

Con un margen de apenas unos minutos, las instalaciones de la red de saneamiento de Pontevedra sufrieron este sábado de madrugada sendos sabotajes. La investigación de los ocurrido ya está en manos de la Policía Nacional después de que la empresa concesionaria Viaqua, a través de su jefe de explotación, hubiese interpuesto la correspondiente denuncia en la Comisaría.

Según recoge este documento, del primero de los ataques se tuvo conocimiento en torno a las dos de la madrugada cuando saltó una alarma en el telecontrol de la depuradora de Os Praceres, en la parroquia de Lourizán. De inmediato, el personal de guardia y la jefa de planta se comprobaron que «están las dos rejas de desvaste paradas», las cuales no se pueden volver a poner en funcionamiento «ya que había varios cables del motor de la reja seccionados».

En esas estaban cuando se produjo una nueva alerta, en este caso en el bombeo de agua residual de Tafisa, en el entorno de la avenida de Bos Aires de Pontevedra. En este caso, los saboteadores «forzaron el cuadro de maniobra cortando un cable de maniobra de una de las bombas», así como el cable de una de las fases de alimentación. De este modo, provocaron que una de las bombas se quemase, como también le ocurrió al cable de toma de tierra, desperfectos que fueron valorados en unos 1.500 euros.

Desde Viaqua precisaron que se trata de espacios en los que no se dispone de vigilancia con videocámaras, al tiempo que incidieron en que los autores «debían tener conocimiento sobre el funcionamiento de las instalaciones».

Tras conocer estos hechos, José Manuel Cores Tourís, delgado territorial de la Xunta, reconoció que están «moi preocupados con este tipo de actuacións», toda vez que «cortaron uns cables para producir, dalgunha maneira, que houbera verteduras ao mar». En este punto, se congratuló de que, finalmente, «non ocorreu nada porque no momento que se cortaron os cables saltou a alarma e a empresa adxudicataria xa se desprazou para solucionar estes problemas e evitar estas verteduras».

Tras remarcar que está a la espera de la investigación policial, advirtió de que son sabotajes «moi prexudiciais para o medio ambiente e para todos os veciños».