Los «lombos», al nivel de la acera y con rampas que no superen el 10 % de media

Pontevedra es la primera ciudad en aprobar una instrucción para instalar pasos sobreelevados («lombos»). El gobierno local aprobó una «orden de servicio», que viene a ser una instrucción dirigida a los servicios técnicos, en la que se recogen las especificaciones que han de tener los reductores de velocidad.

La aprobación de este documento resulta algo sorpresiva, ya que Pontevedra lleva más de una década instalando «lombos». De hecho, el documento recoge prácticamente al pie de la letra las disposiciones de un informe elaborado nada menos que en el año 2010 por el ingeniero municipal.

Según explicó la teniente de alcalde, Carme da Silva (BNG), «trátase de ter unha normativa propia que sirva para os servizos técnicos do Concello».

El documento recoge las características que han de cumplir los pasos sobreelevados que se instalen de aquí en adelante en el municipio, y que según da Silva ya cumplen «a inmensa maioría» de los que hay.

Lo fundamental es que los «lombos» irán siempre al nivel de la acera y que la pendiente de acceso tendrá una pendiente máxima del 10 % de media y con picos máximos del 15 %.

Habrán de cubrir todo el ancho de la calzada, permitir el paso de autobuses de plataforma baja y estar señalizados y correctamente iluminados. Asimismo, se rechazan los dispositivos prefabricados, ya que generan problemas de ruido y de mantenimiento. Y también se establece que lo ideal es que la distancia entre un «lombo» y otro sea de 35 metros, si bien se permite un margen entre los 25 y los 100, dependiendo de las características del vial.

Da Silva explicó que esta instrucción será de obligado cumplimiento en los viales municipales y en calles de nueva apertura, sean de iniciativa pública o privada, como puede ser en el caso de nuevas urbanizaciones.

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