Condenado en Pontevedra por abusar de una menor con discapacidad en un autobús

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

El acusado solo cejó en su actitud cuando le llamó la atención la conductora

10 ene 2019 . Actualizado a las 15:04 h.

Una multa de 3.780 euros y la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima durante tres años son las penas que han recaído en un pontevedrés que abusó sexualmente de una joven de 17 años en el autobús que ambos empleaban para desplazarse a la ciudad del Lérez.

Los hechos ocurrieron en una fecha indeterminada comprendida entre septiembre del 2014 y enero del año siguiente. Se considera probado que esa mañana el encausado se sentó al lado de la menor, que presenta una «discapacidad física y psíquica, siendo sordomuda, lo que dificultaba poder avisar para pedir ayuda o poder alejarse del acusado».

La sentencia establece que, en un momento dado, el sospechoso realizó, a lo largo de treinta minutos, tocamientos a la joven mientras esta trataba de impedirlos protegiéndose con las manos o retirando las del acusado. Lo cierto es que este último solo cesó en su actitud cuando la conductora del autobús le llamó la atención.

Posteriormente, fue esta mujer la que se puso en contacto con la jefe de estudios del centro al que acude la menor para contarle lo ocurrido, circunstancia que dio pie a la interposición de la denuncia.

Por su parte, el acusado negó taxativamente las imputaciones. En su lugar, sostuvo que observó a la joven nerviosa y esta le dijo que temía que le robaran un paquete que llevaba. Añadió que, al verla mirar por la ventanilla con preocupación, le dio un golpe en el hombro para que se girara y así explicarle que no pasaba nada. Insistió en que fue entonces cuando la chica reaccionó dándole un manotazo, por lo que optó por no volver a dirigirle la palabra.

Sin embargo, tal versión es considerada por la Justicia «como carente de credibilidad». Se alude, en este punto, a que se desconoce cómo una persona que es sordomuda «se dirige al acusado y le manifiesta su preocupación por que le robaran un paquete», al tiempo que se incide en que la conductora del autobús observó como la víctima le recriminaba al condenado con gestos.