Cerco a un grupo organizado de mariscadores furtivos en Pontevedra

Cristina Barral Diéguez
Cristina Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

GUARDIA CIVIL

La Guardia Civil intervino a las siete personas investigadas 1.620 kilos de almeja en el 2017 y se tasaron en casi 13.000 euros los daños causados

26 dic 2018 . Actualizado a las 19:45 h.

La Guardia Civil ha dado por desarticulado un grupo organizado de furtivos que se dedicaba a la extracción de almeja de forma ilícita en los bancos marisqueros de las rías de Vigo y Pontevedra. De las investigaciones llevadas a cabo por el Seprona en el marco de la operación Tivo se desprende que al menos siete personas integraban ese grupo, actuando de forma coordinada. Así, mientras unos extraían la almeja, otros realizaban labores de vigilancia para sortear el control de los guardapescas y agentes de la autoridad. Según información del instituto armado, en el 2017 esas personas fueron objeto de 132 actas-denuncias por marisqueo furtivo en las que superaban las cuotas máximas. Y ponen un ejemplo, hubo casos de capturas de 306 kilos de almeja en un día, cuando la media autorizada es de 8,75 kilos por mariscador y día.

La Guardia Civil ve un ánimo comercial en la acción de este grupo al no ser destinadas esas cantidades para el autoconsumo. Se calcula que el pasado año se les intervinieron 1.620 kilos de almeja y se han tasado en cerca de 13.000 euros los daños y perjuicios causados a la Cofradía de Pescadores San Telmo, de Pontevedra. En la operación Tivo han sido investigadas siete personas, la mayoría del municipio de Poio, por presuntos delitos relativos a la protección de la flora y la fauna por realizar «actividades de marisquero relevantes».

Además, fueron investigados penalmente dos integrantes del grupo por un supuesto delito contra la salud pública, al dar positivas en concentración de toxinas unas muestras de almeja que fueron decomisadas cuando realizan la actividad ilícita en el lugar de Acuña, en el municipio de Vilaboa. Se trata de una zona clasificada como C, por lo tanto prohibida a la extracción por alta concentración de toxina, en concreto, E. coli. También se procedió a la intervención de una de las embarcaciones con matrícula falsa, que utilizaban para la actividad furtiva de marisqueo. Por este motivo, a tres de los siete investigadores se les imputa un delito de falsedad en documento oficial.