La «nueva» plaza de la Castaña eliminará el banco imposible y el parterre elevado

Serxio Barral Álvarez
Serxio barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

RAMON LEIRO

La demandada obra se incluyó como mejora en el contrato de reforma urbana de la calle Cruz Roja

23 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En una ciudad que presume de recuperar espacios público, de fomentar la convivencia creando zonas de estancia urbanas, de fomentar la vida en la calle y con ello mejorar la seguridad y la economía del pequeño comercio, la plaza de La Castaña es un auténtico fiasco. Y no porque como en otras zonas de la ciudad, no se haya actuado en ella en los últimos años, sino porque lo que se hizo es uno de los mayores errores de diseño que se conocen, ya que dio como resultado un espacio público sin público.

Ese banco imposible porque tiene un respaldo en ángulo que impide sentarse con comodidad; ese parterre de césped elevado sin acceso y sin utilidad alguna; esa desaparición de los árboles que en su día daban vida a la plaza... son claros ejemplos de lo que no se debe hacer en un proyecto urbano. Tras muchos años con los vecinos demandando una rectificación, el mismo Concello que ejecutó el diseño fallido es el que ahora va a reparar el desaguisado a través de un proyecto de reforma que se ejecutará en los próximos meses.

De hecho, la «re-reforma» de la plaza de la Castaña se incluyó como mejora en el contrato de rehabilitación integral de la calle Cruz Roja, cuya ejecución está a punto de rematar. Una vez que acaben los trabajos en la calle objeto de la actuación, justo después de Navidad, comenzarán a ejecutarse las mejoras, entre las que está la plaza de la Castaña.

Configuración similar

El concejal de Obras, Demetrio Gómez Xunqueira (BNG), explicó que el proyecto que se ejecutará en esta zona eliminará definitivamente esos elementos fallidos. Por lo tanto, adiós al banco imposible y al parterre elevado.

La idea es mantener una configuración de la plaza similar a la actual. Es decir, habrá bancos formando un cuadrado, pero serán los elementos habituales del mobiliario urbano en el resto de la ciudad. Nada de experimentos de granito. Y en el espacio que quede delimitado por los bancos -que mantendrán su disposición en forma de cuadrado ya que hay que permitir el acceso de vehículos a dos garajes que hay al fondo de la plaza-, se habilitará un espacio con al menos dos elementos diferenciadores. Por un lado, un árbol, aunque Gómez Xunqueira ya advirtió de que no será un castaño. La razón es que los técnicos consideran que no es una especie adecuada para un ámbito urbano.

El otro elemento diferenciador será una inscripción en el suelo aludiendo precisamente al origen del nombre de la plaza y a que fue un espacio reivindicado por los vecinos.