La implantación del sistema de la ORA fracasó en Pontevedra

La Voz

PONTEVEDRA CIUDAD

SANDRA ALONSO

1990

09 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El 9 de diciembre de 1990, a las 10 de la mañana, los conductores pontevedreses empezaban a pagar por aparcar sus vehículos en 34 calles de la ciudad controladas por la ORA. El Ayuntamiento justificó la implantación de este sistema en la necesidad de regular y distribuir las plazas de estacionamiento disponibles de la manera más racional posible con el fin de que pudieran ser utilizados por el máximo número de coches y que fuera más fácil encontrar donde aparcar. El tiempo máximo de estacionamiento se estableció en 2 horas, al precio de 50 pesetas la hora.

Pero pronto empezaron los problemas. Las dificultades para estacionar se desplazaron a la periferia y la legitimidad de la ORA, como su eficacia, empezó a ser cuestionada por los propios políticos, por los jueces y por los ciudadanos, que acabaron negándose a pagar por aparcar.

Una sentencia del Supremo, que invalidaba las multas impuestas por los vigilantes de los parquímetros, dio la puntilla al estrepitoso fracaso de la ORA en Pontevedra, que dejó de funcionar en 1995, al finalizar la concesión.