Un campo que no beneficia a nadie

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

El mal estado del terreno supondrá cambios en el estilo de juego de los equipos

24 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Pontevedra y Coruxo miran al campo, escrutan el terreno de juego para llegar a la misma conclusión. Su estado no beneficia a ninguno. Impedirá la circulación del balón y el juego combinativo que defienden los dos equipos. Los entrenadores de ambos, Luismi y Jacobo Montes, creen que «nos viene mal el campo». Ambos coincidieron en subrayar que Pasarón será protagonista el domingo. Miran al campo, pero también al cielo, que no se prevé que dé una tregua durante todo el fin de semana.

Las fuertes lluvias de los últimos días y el partido del miércoles contra el Langreo ponen en jaque el drenaje del terreno de juego. Ayer tuvieron que sacar el avance de la salida del túnel de vestuarios para evitar que se dañara aún más la entrada en el campo.

Esta mañana está previsto que se haga un pinchado profundo en las zonas más afectadas para intentar llegar al partido de mañana en el mejor estado posible. Ante el estado actual, el técnico granate reconoce que «el partido requiere una estrategia, cualquier acción puede desequilibrar el encuentro». Su homólogo en el Coruxo asegura que saltará a Pasarón con un plan trazado, pero tiene un «plan B» porque «desgraciadamente el campo es un factor muy importante para tener en cuenta», resume Montes.

Luismi se resigna ante el mal estado del campo cuando la lluvia arrecia. «Habrá que adaptarse y el que mejor lo haga tendrá mucho partido ganado», explica el técnico, que reconoce que habrá que se impondrá un juego más directo. Es ahí donde la posible recuperación de Mikel Arruabarrena sería la jugada maestra del Pontevedra. A la espera de que el delantero vasco pueda completar hoy el entrenamiento, Luismi reconoce que «a día de hoy (por ayer) estaría en condiciones de jugar». El regreso del máximo goleador del equipo sería vital para recuperar la senda de victorias.

El Coruxo llega a Pasarón con siete partidos consecutivos sin conocer la derrota, mientras los granates mantienen la imbatibilidad en Pasarón. Pese a los quebraderos de cabeza del terreno de juego, el estadio granate sigue siendo su bastión.