El preparador físico del Teucro exprime las capacidades de sus jugadores con un trabajo individualizado para resistir en una categoría muy competitiva
23 nov 2018 . Actualizado a las 14:22 h.La táctica y el físico deben estar en perfecto equilibrio para que un equipo de élite salga adelante. En el Teucro, Luis Montes se encarga de lo primero y Toño Puga impone mano dura para que los jugadores expriman su cuerpo hasta el límite, hasta que sobre la pista puedan dar lo mejor de si mismos sin romperse. Lleva más de treinta años metiendo en cintura a las plantillas más dispares. Recuerda la oportunidad que le dio Julio Latas al incluir el trabajo de preparador físico en el cuerpo técnico. Vivió la etapa europea de los azules en los primeros años noventa, la época de Modesto Augusto, la de Pillo y ahora la más reciente con Quique Domínguez y Luis Montes.
Con todos ha encontrado esa complicidad imprescindible para que el equipo funcione dentro y fuera de la pista. «Trabajo en coordinación con ellos y siempre tuve libertad absoluta, yo soy un ayudante del entrenador», explica Puga, que defiende firmemente el trabajo individual para el triunfo grupal. Preparan macrociclos mensuales y microcilos semanales e incluso diarios. Este año ha tenido que intensificar su labor para intentar equilibrar un equipo muy renovado. «Hay tantos jugadores diferentes con distintas problemáticas que exigen más trabajo de mesa que de pista», confiesa Toño Puga, que reconoce que esta temporada pasa más horas en el pabellón para dar la mejor atención a los jugadores.
El preparador físico hace un puzle diario para dar atención a todos los jugadores, ya que los estudios obligan a modificar los horarios. Él es de los que opina que todos pueden sacar horas para hacer trabajo individual, la base del rendimiento. «Les trato de inculcar la importancia de sesiones personalizadas, el 80 % están estudiando y hay que adaptarse a ellos», señala Puga, quien asegura que hay jugadores que doblan sesión una vez a la semana, pero hay quien lo hace hasta cuatro días. Al empezar la temporada, la plantilla estuvo sometida a la mano de hierro de Toño para coger el ritmo. El «agotamiento» no fue más que una terapia de choque para cambiar la mentalidad y pensar en que una buena preparación es fundamental para potenciar la fuerza o la velocidad y multiplicar la resistencia. «Los súper talentos igual no la necesitan tanto, pero en esta categoría el 90 % de los partidos se resuelven en la parte final», explica. Es ahí donde una buena preparación física obtiene la máxima rentabilidad.
A Cuenca viajaron este martes sin varios jugadores y la plantilla fue capaz de exprimir el encuentro en los últimos minutos para vencer. El trabajo preventivo es la línea argumental del trabajo de Toño Puga. Mucho ha cambiado la concepción del deporte desde que en los ochenta tuvo sus primeras sesiones. «Antes estaban 45 minutos corriendo y ahora no se hace, es mas trabajo de pista, con una preparación individual acorde con las necesidades de cada jugador», indica Puga.
Paso por el Pontevedra CF
El preparador físico también desempeñó el cargo en el Pontevedra durante cuatro años en la etapa de Lorenzo. Recuerda que «entrené al actual técnico granate, Luismi, y al director deportivo, Roberto Feáns». Salvo esa pequeña etapa en el fútbol, pronto regresó al balonmano donde alaba el sacrificio de los jugadores. «Acuden a las sesiones con su libreta de anotaciones y cada día preparan la bolsa del equipaje que se le da a principio de temporada», cuenta como anécdota para explicar cómo es la día a día de un equipo humilde. Toño hace mucho con poco. Entre todos buscan el mejor horario para triunfar. Gomas, cuerdas, esterillas, balones, horas de gimnasio... La plantilla se enfrenta a diario a sesiones físicas, visionado de vídeos y entrenamientos tácticos para mostrar cada fin de semana su mejor versión. El resultado empieza a cobrarse sus primeros puntos en la clasificación.
Con la victoria del pasado miércoles todavía en sus cabezas, los jugadores no han tenido tiempo de descanso. Ayer volvieron a entrenar. Si hay descanso, será el fin de semana.