Galifornia

Iván Pérez

PONTEVEDRA CIUDAD

11 nov 2018 . Actualizado a las 05:05 h.

Mientras en Galicia nos despertamos con alerta naranja por temporal, en California, a casi 10.000 kilómetros, está ocurriendo una catástrofe. En apenas 48 horas se han calcinado más de 50.000 hectáreas y han ardido casi 2.500 hogares. Hay decenas de desaparecidos y, por ahora, confirmadas nueve víctimas mortales.

Es espeluznantemente premonitorio que en los últimos años se le atribuya a Galicia el término Galifornia. Turistas y autóctonos disfrutan de sus playas como si de Malibú o Santa Mónica se trataran. Lo alarmante de esta similitud es que compartimos focos mediáticos por problemas como las alertas por sequía y, sobre todo, por los incendios forestales.

Tras lo acontecido el año pasado, en muchas zonas quemadas de Galicia la situación no ha mejorado. En la mayor parte de la superficie calcinada los árboles quemados no han sido retirados. En el caso de eucaliptales, los pies están rebrotando desde las raíces a las copas. Esto favorece la propagación de incendios, volviendo el escenario más peligroso que el año anterior. Las zonas anteriormente ocupadas por matorral ahora están siendo colonizadas por nuevos individuos de eucaliptos, que aprovechan la falta de competencia para crecer.

¿Somos cómplices de la propagación de incendios? ¿Seguimos mirando a otro lado? Se trata de dos preguntas que deberíamos de hacernos.

*Iván Pérez, además de técnico forestal, es presidente la mancomunidad de montes de Pontevedra.