De la mercería que se tragó la crisis al diseño de un negocio premiado

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

RAMON LEIRO

Se puso a estudiar y creó un proyecto de biopsias de animales galardonado por la Xunta

09 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Processvet S.L. Es el nombre del proyecto diseñado por dos exalumnas del IES Montecelo de Pontevedra, Ana Fraga Fraga y Andrea Rey Galobardas. Su propuesta, que partió de un trabajo de clase, obtuvo el segundo premio en el concurso Eduemprende Idea 2018, promovido por la Consellería de Educación y el Igape. Su idea de negocio, un laboratorio de anatomía patológica veterinaria, fue reconocido con 2.000 euros, que se repartirán Ana y Andrea. Fue el segundo mejor de los presentados en la modalidad A, de ciclos de FP de grado superior.

Ana Fraga, natural de Burela, recuerda que todo surgió de un trabajo de clase -cursaban entonces el ciclo de Anatomía Patológica y Citodiagnóstico- y de un gato que recogió en la calle. «El gato tenía una oreja inflamada porque tenía un quiste en el oído. Hablé con un primo que tiene una clínica y vimos que había una necesidad de mercado, ya que la mayoría de las clínicas no procesan ni diagnostican las biopsias, que tienen que mandar fuera porque no tienen ni infraestructura ni tiempo», explica.

A partir de ahí se informaron en la Consellería de Medio Rural y fueron dando forma a su trabajo. Con esa base, cambiando algunos aspectos y añadiendo un presupuesto, se decidieron a presentarlo al concurso. «No contábamos con conseguir ningún premio. Fue una sorpresa y la profesora nos dijo que si no ganamos fue porque hicimos los números a un año y no a cinco», cuenta Ana, que empleará el dinero en un viaje a Londres para visitar una exposición de «cuerpos reales plastificados».

¿Y qué pasará con su idea de negocio? Ana, que tiene 40 años, está estudiando seriamente llevarlo a la vida real. «Hay que estudiarlo bien, pero no se necesita una inversión muy grande, con unos 30.000 euros se podría empezar», relata. Lo hará ella, ya que su compañera Andrea sigue estudiando y enfocó su futuro profesional por otro camino. «Nos llevamos muy bien, pero ella tiene 20 años, es mucho más joven que yo», desvela.

De la mercería a la FP

Si algo tiene claro Ana es que querer es poder. Mucho antes de embarcarse en el ciclo de Anatomía Patológica tenía una mercería en Burela. La crisis obligó a cerrar el negocio. Se puso a estudiar y acabó un ciclo medio de Auxiliar de Enfermería. La experiencia que tuvo con algunas personas en el Hospital da Costa no fue buena y pidió el cambio de unidad. «Me dieron a escoger entre paliativos o el tanatorio y escogí lo segundo», cuenta. La experiencia con los muertos, como ella misma dice, le gustó y se matriculó en el ciclo de Anatomía Patológica. Hizo el primer año en el Aloia, de Vigo, y como quería optar a prácticas en el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) se trasladó al IES Montecelo de Pontevedra, donde acabó sus estudios de ciclo.

«Solo había dos plazas para las prácticas en el Imelga y al final lo conseguí». Solo guarda buenos recuerdos de esa experiencia formativa de tres meses y de sus compañeros forenses y técnicos. «Las diecisiete autopsias me supieron a poco», comenta con naturalidad. Y es que, si para muchos la muerte sigue siendo un tema tabú, para ella no lo es.