Inspección de Trabajo da seis meses al Concello para mejorar la sede de la Policía Local

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

S.B.

Una denuncia de CC.OO. da pie a un contundente informe

09 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Seis meses es el plazo máximo que tiene el Concello de Pontevedra para subsanar una serie de deficiencias detectadas en la sede de la Policía Local, ubicada en un ala del Pazo da Cultura. Ese plazo lo fija la Inspección Provincial de Trabajo, que cursó una visita a las instalaciones a raíz de una denuncia del sindicato Comisiones Obreras -cuya sección en la Policía Local vive desde hace meses un conflicto salarial con el gobierno local- y alerta de la existencia de cerca de una veintena de deficiencias en las instalaciones. Algunas tan graves como que el armero -en que se custodian hasta 80 armas- está situado en mitad de una zona de paso, que el vestuario masculino se encuentra situado «en un pasillo que forma parte de una zona de evacuación», o que la altura de alguna de las dependencias no llega a los dos metros, cuando la ley exige un mínimo de 2,50.

También se cuestiona que para una plantilla de más de cien personas solo haya disponibles tres aseos, de los que uno está inutilizado pues se utiliza como almacén de limpieza, que la iluminación en la zona de duchas sea insuficiente o que el agua de los grifos «presenta una coloración ocre, posiblemente debido a la oxidación de las tuberías de conducción».

Otras deficiencias reflejadas en el informe elaborado por Inspección de Trabajo apuntan a que los vestuarios son tan reducidos «que los mandos se ven obligados a cambiarse en sus despachos», y que no se dan las condiciones idóneas de temperatura en la sede, pues «se producen temperaturas muy altas en la el período estival y muy bajas en el invierno».

Buscar otra sede

Esta retahíla de deficiencias detectadas llevan al inspector que llevó a cabo la visita a las instalaciones a apuntar «si sería necesario plantear una reflexión sobre la idoneidad de las instalaciones actuales y sobre la necesidad de buscar otro lugar de trabajo para el servicio», ya que se concluye que muchos de los problemas «tienen un carácter estructural y son de muy difícil solución».

El cualquier caso, el informe concluye con quince «requerimientos preventivos» en los que se insta al Concello a acometer una serie de mejoras concretas para los que se establecen diversos plazos. El más largo, de seis meses, es para la «reubicación del personal que presta servicio e la oficina administrativa»; y se dan cuatro meses para cambiar la ubicación del armero.

El gobierno local se limitó ayer a señalar que todavía no ha recibido el citado informe de Inspección de Trabajo, si bien es conocedor de las deficiencias denunciadas.