Enviudó pronto de José Tilve y tiró para adelante sola con sus cuatro hijos
08 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.En el 2017, cuando acudió a felicitarla por su centenario, el alcalde de Pontevedra dijo que se congratulaba de encontrar a una cumpleañera tan sonriente como Amelia Maquieira Solla, que falleció anteayer a los 101 años. Era vecina de Xeve y había dos cosas que la definían: su buen carácter y el ser una trabajadora nata.
Amelia era hija de un profesor, José. De hecho, su casa se conoce como la de José de la escuela. Ella se casó con José Tilve y ambos trabajaron horas y más horas para sacar adelante un ultramarinos con carnicería incluida. Él cortaba la carne y ella se encargaba de lo demás. Pero ahí no se acababa su labor. Una de sus hijas recordaba ayer que también trabajó siempre en la huerta, en la casa y que, por supuesto, crio a sus hijos. Su marido falleció antes de la edad de jubilación y entonces le tocó a ella tirar para adelante sola, apoyándose en los cuatro hijos que tuvo el matrimonio. Tristemente, dos de ellos, Victoria y José, ya fallecieron.
Amelia envejeció muy bien. Vivía con una hija y su único achaque es que no lograba caminar. Pero la memoria la tuvo intacta hasta hace bien poco tiempo. «Nos conocía a todos y nos contaba cosas. Siempre fue muy buena y con buen carácter», decía ayer una de sus hijas. Su funeral y posterior entierro estaba previsto que se celebrara ayer por la tarde en San Andrés de Xeve. Tenía actualmente dos hijas, diez nietos y seis bisnietos.