Los médicos debaten sobre la autonomía del paciente y los cuidados al final de la vida

c. b. PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

28 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La sede del Colegio Oficial de Médicos de Pontevedra albergó este sábado las quintas Xornadas Galegas de Deontología e Ética Médica. La conferencia inaugural corrió a cargo de Luis Ferrer Balsebre, jefe de servicio de Psiquiatría del Chuac, que habló de la Autonomía e idiosincrasia del paciente gallego.

Las sesiones abordaron tres temas que el presidente del Colegio de Médicos, Luis Campos, considera que son «de vital importancia» para la profesión: la autonomía del paciente, los cuidados al final de la vida, y la relación de los médicos con la judicatura. Luis Campos y Diego Murillo Solís, presidente de la Comisión de Deontología del Colegio, fueron los encargados de abrir las jornadas.

Luis Campos aludió a que hoy en día la relación entre el médico y el paciente ya no es lo que era. «Se ha perdido, en gran medida, la confianza mutua que antes había», señaló. En su opinión, la masificación y el incremento exponencial de reclamaciones a los profesionales ha evolucionado hacia una suerte de «medicina defensiva» basada en el incremento de los procedimientos diagnósticos o terapéuticos, con el propósito de evitar demandas por mala praxis. Ello ha ido en detrimento de la «medicina humanista», donde el profesional y el paciente -subrayó Luis Campos- empatizaban propiciando una asistencia médica de proximidad, «que favorecía la calidad del diagnóstico y del tratamiento de la enfermedad». El presidente de los facultativos de Pontevedra comparte que la medicina actual está excesivamente tecnificada y burocratizada, por lo que hay que plantearse la necesidad de «repersonalizar» la atención sanitaria.

70.000 personas sin paliativos

Por su parte, Diego Murillo aludió a que la Ley de Autonomía del Paciente es una «apuesta fundamental» para que el enfermo pueda decidir qué hacer con vistas a su tratamiento. Destacó la actualidad de la mesa redonda Qué significa unos buenos cuidados al final de la vida. Para él, que el Congreso debata una ley de la eutanasia es empezar la casa por el tejado. «En España todavía no existe una organización de cuidados paliativos. Morirse en Bilbao es diferente a morirse en Albacete y continúan muriéndose 70.000 personas al año sin cuidados paliativos de ningún tipo y con dolor, cosa que es una aberración», subrayó.