El comedor social de Pontevedra no logra bajar de cien comensales al día

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

emilio moldes

La cifra subió hace unos siete años y sigue sin reducirse pese a la mejoría económica

22 oct 2018 . Actualizado a las 18:51 h.

Al padre franciscano Gonzalo Diéguez, responsable del comedor social de Pontevedra, le cuesta recordar el momento en el que se llegó a la simbólica cifra de cien comensales al día. «Debió ser hace unos siete años, posiblemente en esa época en la que la crisis estaba fuerte», indica. Ha pasado un largo tiempo desde entonces y la mejoría económica, de existir, no se ha colado en las paredes conventuales de San Francisco, donde se da de comer a las personas en riesgo de exclusión social. Tal y como indica el padre Gonzalo, es muy raro, casi imposible, que se baje de los cien comensales al día. Todo al contrario, lo que suele ocurrir de cuando en vez es que haya picos y se llegue a las 135 personas. Cabe recordar que en estas dependencias no se pide papeles a quien llega a comer. «Se les pone el plato y punto», señala.

¿Por qué no baja esa cifra de comensales? Por varias razones, entre ellas porque muchos de los asistentes diarios son los llamados pobres crónicos, algunos sin hogar. De hecho, hay personas que llevan veinte años comiendo en San Francisco y que, en algunos casos, incluso van sus hijos mayores de edad.

Necesidad de alimentos

Aunque por ahora las provisiones están relativamente bien, desde el comedor social de Pontevedra están abiertos a cualquier tipo de donación. Piden, sobre todo, fiambre. No en vano, cada día hacen cien bocatas para las cenas.