«Tenemos tendencia a hacer más caso a la gente que se ofende»

Begona r. Sotelino

PONTEVEDRA CIUDAD

RTVE

El cómico presenta su espectáculo «Lo de hablar 2» mañana en Vigo y el domingo en Pontevedra

18 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El cómico, actor y presentador Ángel Martín (Barcelona, 1977) llevaba tiempo desconectado de su faceta de monologuista, pero para evitarlo ha decidido desentumecerse llevando por todo el país el espectáculo: Lo de hablar 2, que él mismo, en un alarde de sinceridad, define como «un puto monólogo». Mañana, viernes, a las 21.00 horas actúa en el Teatro Salesianos de Vigo (Entradas 12€ a 15€ en woutick.es y en el quiosco Sendín (Pizarro, 46). También estará el domingo a las 18.00 horas en el auditorio de Afundación en Pontevedra (Entradas en Ataquilla de 14€ a 16€ o en el portal clicentradas.es desde 10 euros).

-¿De qué habla en «Lo de hablar 2»?

-De lo que solemos hablar todos los cómicos, que aprovechamos para hacer terapia, creo yo. Es el espectáculo que tengo en Madrid. No lo había sacado por ahí todavía y es una especie de puesta punto de mí mismo. Después de 20 años haciendo monólogos tenía ganas de probar con material nuevo. Cuesta definir los monólogos porque al final es un tío que va a hablar. A mí me encantaría decir que llevo grandes proyecciones y sketches súperdivertidos, pero se resume en que subiré al escenario, cogeré el micro y hablaré si me dejan.

-Si le ponen un diván igual le cobran

-Pues sería lo justo darle un dinero a cada persona que viene. Aprovechas ese rinconcito para abrirte en canal y poner sobre la mesa algunas cosas sobre las que nos cuesta hablar en serio. Sobre todo de momentos como en el que la invasión de Internet en nuestras vidas parecía que nos estábamos desubicando y enfrentándonos unas generaciones con otras. Me apetecía reflexionar sobre esa guerra abierta y creo que lo único que pasa es que hemos dejado de escucharnos.

-Lo políticamente correcto puede estropear muchos chistes. ¿Por los suyos ha tenido que pasar mucha goma de borrar?

-No, nunca he sido de borrar nada. Siempre he sido de los cómicos que se han autocensurado por capricho y esta vez poca goma he tenido que pasar. A cierta edad ya no estás para tonterías. A quien le moleste, que se joda. Tenemos tendencia a hacerle mucho caso a la gente que se ofende y a mí me interesa más la que tiene sentido del humor.

-Se supone que hubo un «Lo de hablar 1», ¿no?

-Sí, pero ese no salió de Madrid, es que cuando me piden títulos me da mucha pereza y así llevo la cuenta de cómo de productivo soy conmigo mismo. Tampoco me creo lo de que segundas partes nunca fueron buenas. Yo creo que hay que trabajar para que sean mejores.

-Como ahora esta en la tele con Patricia Conde, ¿la gente se lleva chascos al ir a verle y comprobar que ella no sale?

-Creo que vienen con la esperanza de que esté ella, pero ya he asumido la decepción es lo primero que se llevan. Yo creo que piensan: «¡Maldita sea, ha venido solo!», pero he aprendido a sumirlo. De todas formas el espectáculo no tiene ese tono amable que tenemos en televisión. No es apto para todas las edades.

-Cuando actúa los guiones son suyos. ¿Y en programas?

-También. Yo soy muy maniático con eso. Me escribo mis guiones siempre.

-Cuando su madre le pregunta a qué se dedica ¿qué le dice?

-Mi madre ya no se atreve a preguntarme eso. Y yo me he hecho esa pregunta muchas veces. Ahora mismo, cómico es la definición más correcta. No sé cómo he llegado hasta aquí porque no termino de quedarme en ningún sitio. Yo quería ser músico, pero todo se ha ido torciendo.