Segunda B El Pontevedra recibirá este domingo al líder actual de la categoría, la Ponferradina
13 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Tendrá el Pontevedra este domingo un ojo en el cielo y otro en el césped de Pasarón. Por el momento, y si nada cambia excesivamente, hay ciertas probabilidades de que el partido de mañana se dispute pasado por agua, y aunque no llueva durante el encuentro en sí, también habrá que comprobar como ha soportado el terreno de juego las fuertes lluvias acontecidas estos días, y si es capaz de drenar bien las aguas acumuladas.
El técnico granate quiso ayer quitar hierro a este asunto, aunque asume que el estado de un terreno de juego «te condiciona». «Si no está encharcado, puedes jugar más a ras de suelo; si lo está, debes optar por un juego más directo», explicó Luismi ayer durante su comparecencia a los medios. «Al final el campo te lo pide y está claro que la lluvia podrá repercutir en cómo se desarrolle el partido. Ahora bien, también tendrá la Ponferradina que adaptarse a ello».
En su opinión, la lluvia no podrá ser disculpa para el buen o el mal juego de ninguno de los equipos, y que afectará por igual a ambas escuadras. «Buscaremos jugar de la mejor manera posible. Habrá momentos donde haya que aguantar el balón y ser pacientes, y otros en los que ser más profundos, más verticales, tratar de dar velocidad al esférico».
Por otro lado, el Pontevedra contará con todos sus efectivos al cien por cien para el duelo dominguero. Solo sobre Mou podrían recaer ciertas dudas, aquejado estos días de algún tipo de virus estomacal. Tanto Churre, como Adri León como Kevin estarían ya a pleno rendimiento y con ganas de saltar al campo el domingo para luchar por los puntos, y poder celebrar una victoria en casa que impregnaría de ilusión a la grada y a los propios jugadores, aún satisfechos con los dos tantos logrados en Fuenlabrada y la obtención de unos puntos que seguro serán providenciales el día de mañana.
«Todos los partidos son importantes y todos los rivales son difíciles y complicados», explica Luismi a la hora de hablar de una posible preparación extra a la hora de asumir la importancia de este encuentro. «Creo que se ha hecho una semana como se debe hacer, mejorando los aspectos del partido anterior. Hemos trabajado los elementos o las claves con las que creemos poder hacer daño a la Ponferradina, y viceversa».
Cualquier resultado que no conlleve una derrota contra la Ponferradina simularía ser un pequeño logro, más aún si se tiene en cuenta la meteórica campaña que está realizando el equipo visitante. De los siete partidos disputados no ha perdido ninguno, y solo el Salamanca, en su casa, logró arañarles un punto con un empate a ceros.
Las fortalezas del equipo castellano leonés son muchas, aunque quizás destaque por encima de toda la capacidad defensiva que han mostrado jornada tras jornada. Solo dos balones han golpeado la red de su guardameta y junto a una puntería también envidiable, ha conseguido la friolera de 19 puntos que, por el momento, lo confirma como líder de la categoría, seguido del Castilla con 17 y el Guijuelo con 15. El Pontevedra ahora mismo está undécimo, con 9 puntos en su cuenta personal.
El pitido inicial está previsto que se escuche a las 17 horas de mañana.