El jueves se abrió la captación del embalse para compensar la bajada del nivel del río
09 oct 2018 . Actualizado a las 20:49 h.Hace apenas una semana desde el gobierno local de Pontevedra se comenzaron a encender las alarmas sobre la falta de lluvias de cara al abastecimiento municipal de agua potable. El pasado día 1, el concejal responsable del Ciclo da Auga, Raimundo González Carballo (BNG), afirmaba que la situación empezaba «a ser preocupante», ya que el nivel del Lérez estaba ligeramente por debajo del que marcaba un año antes y ni siquiera se alcanza la media de los últimos ejercicios.
No se cumplieron las previsiones que apuntaban a que llovería a finales de la semana, y la situación del río ha ido empeorando. Tanto que apenas cuatro días después de aquel anuncio, el pasado jueves, el Concello y la empresa concesionaria, Viaqua, se vieron en la obligación de abrir la captación del embalse de Pontillón de Castro. Desde entonces, la red municipal se abastece tanto de la presa de Verducido como del río.
Concretamente, desde entonces se están captando unos 9.700 metros cúbicos al día del Pontillón y 21.300 del Lérez. Un tercio del agua que llega a los hogares de Pontevedra, Marín, Poio y Sanxenxo, por tanto procede ya del Pontillón.
González Carballo insistió ayer en que se trata de una medida preventiva, para no forzar las tres bombas que funcionan en la captación de Monte Porreiro. Con tres bombas a pleno funcionamiento, la represa del Lérez donde se capta el agua para enviarla a la planta potabilizadora entra rápidamente en un nivel insuficiente, y por ello se optó por abrir la captación de Verducido, para compensar esa bajada del nivel.
De momento, la situación se mantendrá así y no se adoptarán medidas restrictivas. El consumo registrado durante el fin de semana es de por sí positivo, ya que se apreció una moderación al pasar de los más de 32.000 metros cúbicos diarios de media hasta el fin de semana a poco más de 31.000. González Carballo destaca esa «pequeña disminución» como muestra de responsabilidad de los pontevedreses.
El Concello vuelve a mirar al cielo y estudia con detalle las predicciones meteorológicas. Ahora mismo estas apuntan a que lloverá con fuerza a partir del jueves. De ser así, el Pontillón volverá a cerrarse y a quedar como reserva para garantizar agua aunque no llueva.