Víctor Loira supera la mitad del reto por las dolencias intestinales

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

PAULA QUIROGA

El pontevedrés se mantiene fuerte a pesar del desgaste. Sufre más en las etapas de patín

30 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Víctor Loira y el equipo que lo acompaña en el reto por las enfermedades inflamatorias intestinales han sobrepasado ya la mitad de esta reivindicativa vuelta a Galicia en bicicleta y patín. El pontevedrés, enfermo de Crohn, completó este miércoles la undécima etapa, entre el hospital de A Coruña (Chuac) y Muxía. En total, 131 kilómetros en bici, una de las más duras de esta aventura.

La presidenta de Asseii, Ángela Paz, acompañó a Víctor durante la primera semana, que arrancó el 19 de agosto en Pontevedra. Ve a Víctor bien, aunque tiene sus momentos. Y lo explica. «La convivencia y la tensión de tantos días, sumada al esfuerzo, va pesando. Él está bien, pero es muy duro y los cambios climáticos afectan a un enfermo de Crohn», relata Ángela. Las primeras jornadas tuvieron mucho calor y las últimas hasta frío y niebla.

Víctor lleva mejor los recorridos en bici que en patín. El patín requiere más esfuerzo físico y se avanza menos. El lunes, en la etapa que acababa en Ferrol, hubo dos incidencias, finalmente superadas. «Hubo un problema técnico con la cadena de la bici y hubo que parar, y luego Víctor se dio un golpe en el coxis con el sillín que le afectó a los sedales perianales y Cintia tuvo que hacerle curas».

Ángela y Tita García, mujer de Víctor, dieron el relevo a Cintia Loira y a Fernando Baquero en la furgoneta. Hasta ayer, el ideólogo de este reto ya había hecho 682 kilómetros en bici y 279 en patín. Casi nada. Por delante, seis etapas para completar los 1.320 kilómetros de esta vuelta a Galicia. Las anécdotas acumuladas son ya muchas. Ángela destaca una especial. Víctor se encontró con una pareja en Lugo, David Matin-Forero y Noelia, su mujer, también enferma de Crohn. De esa conexión surgió una invitación de Víctor a David y una ruta en bici compartida entre Ferrol y A Coruña. Todo lo que rodea al reto y las paradas en los hospitales lo está grabando el equipo de Sebastián Álvaro, creador de Al filo de lo imposible. Ese trabajo se plasmará en un documental. El periodista y escritor comenta que llevan casi 80 horas de grabación: «A Víctor lo veo bien, pese a algún mal momento. Tiene buena cabeza y es tenaz».