Víctor Loira inicia su reto de 1.320 kilómetros por las enfermedades inflamatorias intestinales
20 ago 2018 . Actualizado a las 11:13 h.Cargado de ilusión, de respeto por los 1.320 kilómetros, pero con la fuerza y el aliento de los más de dos mil pacientes de enfermedades inflamatorias intestinales (EII) que hay en la provincia. El pontevedrés Víctor Loira inició ayer, al filo de las 10.30 de la mañana, el reto que se marcó para visibilizar estas dolencias por toda la comunidad. Serán 1.320 kilómetros en diecisiete etapas en las que dará la vuelta a Galicia combinando la bicicleta y el patinete. Y con su enfermedad de Crohn como inseparable compañera. Es, como le bautizó alguien, un verdadero Ironcrohn.
Ayer partió en su patinete con el hospital Álvaro Cunqueiro, en Vigo, como primer destino. La idea es parar cada día en un hospital de la red del Sergas para dar a conocer y hacer uso de los baños adaptados para personas osteomizadas. Esperaba llegar al hospital vigués hacia el mediodía para después continuar ruta hasta O Porriño, donde preveía pasar la noche. Unos 52 kilómetros en esta primera etapa, a la que seguirán hoy 90 kilómetros en bici para legar a Ourense.
Y así, día tras día haciendo noche sucesivamente en Ourense, Trasmiras, A Veiga, Monte Furado, Lugo, Burela, Ortigueira, Ferrol, A Coruña, Muxía, Cee, Noia, Ribeira, y Pontevedra, a donde regresará el 2 de septiembre. Pero no se detendrá ahí, ya que realizará otras dos etapas -una hasta Milladoiro y otra para acabar en Santiago, en la Consellería de Sanidade- para completar su viaje reivindicativo.
La aventura en la que se embarca tiene como nombre Un reto polas EII. Ayer, el gerente del área sanitaria, José Ramón Gómez, prefería hablar de «gesta» al despedir a Víctor en la plaza de España Pontevedra. Para Digna Rivas, representante de la Diputación, es un «reto impresionante». Y para Ángela Paz, presidenta de la pontevedresa Asociación Socio Sanitaria de Enfermedades Inflamatorios Intestinales y Osteomizados, es «una aventura maravillosa».
Ángela es la artífice con Víctor del plan de embarcarse en un recorrido de 1.320 kilómetros en las condiciones en que lo hará el Ironcrohn, con un estoma y una bolsa para heces. Ella misma irá en el coche de apoyo durante la primera semana, acompañada por la mujer de Víctor, Tita. Ambas harán de cuidadoras del protagonista.
«Llevo un año preparándome para esto, y haber llegado hasta aquí hace que para mí el reto ya esté conseguido», decía un emocionado Víctor Loira minutos antes de ponerse en ruta. No tiene duda de que el objetivo -dar visibilidad a las EEI y recaudar fondos para financiar un programa de ayuda psicológica a enfermos y familiares- «se va a conseguir sí o sí», pero también quiso dejar claro que lo primero es su salud: «Si en algún momento tengo que parar por mi salud, pararé».
Además, la aventura de Víctor Loira quedará recogida en una película documental que llevará una firma de lujo, la de Sebastián Álvaro, director de Al filo de lo imposible. Él mismo, al frente de un equipo d profesionales, acompañará a Loira en toda la ruta, gracias a la financiación aportada por la farmacéutica Janssen, colaboradora en una iniciativa en la que también participan el Concello de Pontevedra, la Diputación y la Xunta.
Al tratarse de un reto solidario, la asociación ha habilitado una cuenta bancaria en la que poder realizar donaciones: en Caixabank ES51 2100 2188 8102 0037 9276.