El delantero vasco firmó por un año con una cláusula de renovación supeditada a los goles marcados
16 ago 2018 . Actualizado a las 05:05 h.Todavía está aterrizando, está en esa labor de acondicionamiento del recién llegado, que prevé que se alargue tres semanas. Equipo renovado, ciudad nueva y con un hijo en camino, Arruabarrena quiere vivir este año como si fuera el último, aunque ha firmado por un temporada con un objetivo de goles que le podría unir una más al Pontevedra. Como el mismo dice «si el Eibar y Villarreal pudieron, ¿por qué el Pontevedra no puede llegar a más?».
-¿Cómo están siendo estas primeras sensaciones?
-Muy buenas, me están haciendo fácil las cosas en el vestuario, es un buen grupo, con mucha gente joven respecto a lo que he vivido cuando estuve en Segunda B. El primer día entrené a menos nivel y el miércoles ya con el equipo, se ve muy claro lo que quiere el entrenador. Es un grupo muy involucrado.
-¿Qué le pidió el entrenador?
-Aún hemos hablado poco, pero lo primero que me ha pedido es adaptación, voy a necesitar dos o tres semanas para ponerme en forma. La última semana en el Fuenlabrada he estado negociando y ya no estuve entrenando. Yo sabía que tenía esto, me quería ir y ellos no aflojaban.
-Desde cuando sabe que se viene para aquí-
-Me he decidido por el Pontevedra porque fue claro conmigo, tenía otras opciones, pero quise esta. Me hizo la propuesta, me gustó y llegamos a un acuerdo. Mi problema fue rescindir allí.
-¿Qué ofreció el Pontevedra que le convenció por encima de los otros equipos?
-Me gustó que ellos tenían claro lo que querían, me querían a mi, además me atrajo la pretemporada que están haciendo. El año pasado jugué contra este equipo y me encantó, es cierto que había un barro terrible y me sorprendió que hasta la última jornada no salvasen la categoría.
-¿Qué cree que le puede aportar su veteranía?
-Experiencia está claro que puedo aportar, sobre todo en momentos claves porque una temporada tiene cuestas arriba y abajo, creo que además es un equipo joven para la Segunda B, pero ojalá pueda aportar muchos goles. Intentaré transmitir lo que sé, ayudar a los compañeros y saber trasladar que somos un equipo.
-Acostumbrado a jugar en Primera y Segunda, esta categoría es más dura.
-Sí, es de mucho contacto, el peor partido fue el que jugamos contra el Pontevedra. Pensaba, ‘pero que hago y otra vez en la Segunda B con lo bien que estaba yo en Chipre jugando a mis anchas’. Por lo que he visto estos días, el entrenador quiere jugar, quiere tener el balón y llegar por las bandas para tener mucho centro al delantero.
-¿Cree que se puede acoplar bien a lo que quiere Luismi?
-Sí, la verdad es que estoy encantado. Tengo la ilusión de un chaval, si yo no me hubiera visto bien físicamente, no me hubiera venido.
-¿Esta es la última parada en su carrera deportiva?
-Hay pocos jugadores que con 35 años tengan equipo, yo quiero disfrutar este año como si fuera el último. Ojalá pudiese marcar 15 goles y renovar un año. Vengo por una temporada con un objetivo de goles. Voy a jugar para disfrutar porque vengo de seis meses duros. En el fútbol hay que tener ilusión y estar bien con la gente, cuando todo eso pasa y la cabeza está bien, llegan los goles.
-Y después de una año complicado, ¿cómo ve mentalmente al equipo?
-Lo veo bien, que está adaptándose bien a lo que quiere el míster y entrenan bien.
-¿Considera que la Segunda B se le queda corta al Pontevedra?
-Un equipo que si está bien lleva seis mil personas a un partido, eso es que se vive el fútbol, y una ciudad como Pontevedra, ¿por qué no? Si puede el Eibar o el Villarreal, aquí también se puede aspirar a más.