La residencia de Juan XXIII ya está en pie y se buscan fondos para rematarla

María Hermida
MARÍA HERMIDA PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

RAMON LEIRO

El colectivo tuvo dos subvenciones de Ence y ahora espera lograr dinero de la Xunta

09 ago 2018 . Actualizado a las 05:15 h.

La residencia para personas con discapacidad intelectual de Juan XXIII está hecha, de momento, con ladrillos y hormigón, ya que únicamente se levantó su estructura. Pero, en realidad, habría que decir que está hecha con mucho más. En cada uno de los ladrillos que se van colocando están las esperanzas y la ilusión de muchos padres que se hacen mayores y buscan un lugar donde puedan vivir sus hijos con discapacidad. Cabe recordar que en Pontevedra no hay ninguna otra dependencia similar. Lo sabe bien el colectivo Juan XXIII, que señala que actualmente ya tiene demanda para más plazas de las que se prevén habilitar.

¿Cómo va este proyecto? Hace un año que empezaron las obras -que inicialmente tenían un plazo de ejecución de 24 meses, aunque ya se avisaba de que a partir de ahí habría que esperar a tener mobiliario- y actualmente ya está levantada la estructura de la futura residencia, que se ubica en la parcela anexa al centro de Juan XXIII, en terrenos cedidos por el Ayuntamiento.

Los obreros continúan trabajando, ora en el exterior ora en los espacios interiores. Pero la entidad reconoce que, para darle un impulso importante, les toca conseguir financiación. Hasta el momento, más allá de la cesión de terrenos hecha por el Concello, contaron con dos subvenciones por parte de Ence. Igualmente, la entidad tiró de fondos propios. ¿A qué puerta llamarán ahora? Intentarán lograr financiación por parte de la Xunta. Su principal baza es la necesidad de plazas de residencia para personas con discapacidad que hay en la ciudad. Tanto Juan XXIII como Amencer señalaron en distintas ocasiones que se dieron ya casos de personas con discapacidad que necesitaban una residencia y se tuvieron que ir lejos de Pontevedra, con el desarraigo que eso conlleva por no poder estar cerca de familia y amigos y, en algunos casos, no pudiendo acudir tampoco a los centros de día u ocupacionales que anteriormente sí utilizaban.

Habrá que ver si la Xunta da el sí a Juan XXIII. El edificio en construcción se prevé que cuente con un total de 24 plazas para uso residencial y casi otras tantas como centro de día. La intención del colectivo que promueve la obra era llegar a algún acuerdo con la Administración y que no solo los usuarios de sus centros puedan acceder a esas plazas.