Jean Marie Okutu: «Mi cuerpo se ha acostumbrado a la presión»

C. Pereiro PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

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El saltador marinense apunta al Europeo de Berlín tras llevarse el oro en el Campeonato de España Absoluto

30 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El reloj marca cerca de las 13 horas y Jean Marie Okutu (República de Benín, 1988) acaba de finalizar su sesión matinal. Camina por las pistas del CGTD de Pontevedra fresco y sonriente. Hace una apenas una semana se colgaba una medalla de oro a su cuello gracias a un salto de 8,01 metros. Fue durante el Campeonato de España Absoluto de Atletismo. Claro que para él, el dato más relevante no es otro que el haberse hecho con esa marca necesaria que otorga el billete de ida hacia el Europeo de Berlín que comenzará el próximo 6 de agosto.

-Debe respirar tranquilo ya, tiene una plaza con su nombre en el Campeonato de Europa de Atletismo. ¿Ese era el objetivo de la temporada?

-Lo vi posible a partir de mayo, cuando comprobé el buen estado de forma en el que me encontraba. Me la jugué bastante, porque hubo que esperar hasta ahora para poder arriesgar y hacer la marca. Al final, salió bien.

-Usted tiene cierto arte de lograr las marcas sobre la bocina.

-La verdad que ya tengo el cuerpo bastante acostumbrado. Creo que ya estoy adaptado a ello, ya no me influye tanto la presión que pueda haber. Siempre pienso que es solo una oportunidad más, que estoy bien y que puede salir. No tenía nada que perder, así que tocaba arriesgar.

-¿Y en los entrenamientos? ¿También salta de esta manera o solo en los campeonatos explota su físico al cien por cien?

-Hay atletas que entrenando saltan mucho y suelen estar muy cerca de las marcas que luego realizan en competición, incluso por encima. Yo no. Cuando estoy entrenando busco un rendicimiento cercano al ochenta por ciento, al setenta... Eso ya me da la tranquilidad suficiente para seguir. Al final es un cálculo. Si hago un salto de equis longitud de una manera fácil o, más bien, cómodo; sé que si salto al cien por cien lograré los centímetros que me faltan. ¿Cuánto salto en una sesión de entrenamiento? Vamos a decir que los días que salto 7,90 metros, es que estoy espectacular. Normalmente mi habitual es de 7,60 y ahí sé que estoy listo para competir.

-No muchos seres humanos saltan más de ocho metros. En la práctica es lo más parecido a volar que se me viene a la cabeza, salvando las disciplinas deportivas que tengan un avión de por medio y salten desde los cielos. ¿Le da tiempo a pensar algo cuándo va por el aire?

-[Rie] No mucho, la verdad.

-Es un segundo, de acuerdo, pero para usted seguro que dura mucho más que para el resto de los presentes.

-Antes de estar por el aire viene la rutina previa. Ahí visualizo como quiero que vaya la carrera. Me lo imagino todo hasta la tabla. Es algo que tengo ya como automatizado. Una vez salgo de la batida simplemente busco mantenerme el mayor tiempo posible en el aire. Apenas puedo pensar cómo estoy ejecutando el vuelo. Sí notas, una vez sales de la batida, que lo has hecho bien, es que probablemente vayas a hacer un buen salto. Sabes que no puedes abortar, que todo ha ido como tenía que ir.

-¿Tanto se ve venir un buen salto? ¿Antes de caer usted ya sabe que está ante algo grande, que quizás tenga la marca que deseaba en sus manos, o que se ha asegurado una medalla por el camino?

-Sí, una vez que hago una buena entrada y consigo mantener el tronco me digo: «ya está, déjate ir, está hecho».

-Muchos no saben que es un habitual que los velocistas se pasen a la longitud llegado el momento, o si tienen unas cualidades físicas interesantes para ello. ¿Fue su caso? ¿Era de los que levantaba polvo tras de sí en la pista como el Correcaminos?

-Yo de pequeño hacía muchas pruebas combinadas. Lo típico. Los 100 metros, los 80, los 110 metros vallas que se me daban bastante bien... Y como tenía una buena caída y poseía esa rapidez necesaria para la longitud, mi entrenador dijo: «vamos a dejar las pruebas combinadas y vamos a centrarnos en el salto». A partir de ahí lo típico, vas mejorando técnicamente año a año, hasta que llegas aquí.

-¿Cómo se ve para el Europeo? ¿Se imagina colgándose una medalla?

-Yo me veo bien. Llego en un estado de forma muy bueno para la cita. Tenía que haber hecho la mínima antes, pero aunque no haya salido y tocara hacerla ahora la progresión que llevé todo el año, toda esta temporada, tiene una forma de pirámide. Sé que llegaré en la cima de lo que puedo dar. Tengo claro lo que hay que hacer, las correcciones están hechas. Simplemente debo seguir saltando como lo he hecho estos días.

-Debe ser una sensación muy curiosa el cerrar los ojos y saber que uno es de los mejores de España en una disciplina atlética, sino el mejor.

-[Ríe] No, no, el mejor no me considero. Siempre tengo como referente a Eusebio Cáceres, que a fin de cuentas tiene mejor marca que yo. Es una pena que lleve años con temas de lesiones y que estas no le dejen competir a su máximo nivel. Una lástima. En los campeonatos en los que cuadramos los dos siempre son muy buenos. Se trata de un pique muy sano.

-¿Saca la buena competencia lo mejor uno mismo?

-Desde luego te anima a esforzarte más. Por ejemplo, este año estuvo Héctor [Santos], que es un chaval con muchísimo potencial, y nos hemos ido ayudando el uno al otro. Estamos inmersos en una generación de saltadores muy buenos. ¿Soy uno de los mejores? Puede ser, pero hay gente muy preparada, y no me puedo despistar ni un momento.