Así, en el 2014, lanzaron Confessions. «Grabar un disco es caro. Recurrimos al crowdfunding. Las dos veces que lo hicimos salió bastante bien. La primera no fue una cantidad muy grande, no fuimos a un estudio muy caro… estuvo dentro de las posibilidades de ese momento», recuerda Jacobo. La segunda vez ya fue algo más diferente, un tanto más profesional. «Nos exigimos más en todos los sentidos. En cuanto a musicalidad, los instrumentos, las letras, mejorar el inglés, el sonido, la promoción. Decidimos ir a un sitio mejor y contratamos a un productor -Iago Pico- y es de lo mejor que hay en Galicia en nuestro estilo». De hecho, todo lo que hagan a partir de ahora, quieren que sea con Iago Pico a su lado.
Es complicado vivir de la música y Vörtex lo sabe. «Prácticamente da para gastos. Ser músico significa comprar instrumentos, tener formación, desplazarte… no podemos pensar en vivir de Vörtex». Por ello, han decidido buscar alternativas. «Para sacar algo de dinero tengo Nightfall». Es un proyecto paralelo para crear ambiente en bares, bodas y lo hacen en directo.