El Náutico O Muíño es profeta en sus aguas

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo RIBADUMIA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

El club anfitrión se lleva la clasificación por equipos, y Jesús Rodríguez, del O Barco, acabó campeón por cuarta vez

18 jun 2018 . Actualizado a las 14:37 h.

La Baixada do Umia vivió ayer una de sus ediciones más atractivas. En el prólogo de las bodas de plata que de aquí en un año celebrará la que ya es por derecho propio una de las pruebas con mayor solera del piragüismo gallego, el descenso organizado por el Náutico O Muíño de Ribadumia contó con todos los alicientes que tanto palistas como espectadores pudiesen desear. Empezando por el cambio de horario, con la primera salida matutina de la Baixada do Umia, continuando por los contrastes entre la aplastante superioridad de Jesús Rodríguez León (Club Fluvial O Barco) a la hora de conquistar su cuarto título en la prueba reina, el K-1 Hombre Sénior, y la extrema igualdad en las pruebas de C-1 Hombre Sénior y un K-1 Mujer resuelto en dos centésimas de segundo decantadas ambas por sendos dilemas en el último salto a 100 metros de meta. Y para acaber, el triunfo del equipo anfitrión, que vio recompensado su esfuerzo organizativo con la satisfacción de haber sido profeta en sus aguas.

La playa fluvial de Portas volvió a ofrecer esa estampa única de ver a dos centenares de palistas partir pie en tierra y a la carrera en sucesivas oleadas de salidas, recogiendo sus piraguas en la orilla del Umia para lanzarse 14 kilómetros río abajo hacia el refugio de Cabanelas donde tiene su sede el Náutico O Muíño.

Lo de Jesús Rodríguez en el K-1 Hombre Sénior fue una cruda demostración de poderío frente a sus 38 rivales. El internacional con la selección española de aguas bravas cruzó la meta de Cabanelas parando el crono muy por debajo de la hora, en 58.13,59, sacándoles más de tres minutos y medio al segundo clasificado, Iván Domínguez, del Cofradía de Pescadores Portonovo (1.01.39.86), y al tercero, Ion Carballo, del Naval de Pontevedra (1.01.40,25). Con la de ayer Rodríguez ha ganado una de cada seis ediciones de la Baixada do Umia.

Espectacular resultó también la resolución del ganador en el C-1 Hombre Sénior. Solo que en este caso, por la pelea cerrada mantenida de principio a fin por el isleño y palista del Náutico O Muíño Ramón Ferro y el vilagarciano del Breogán do Grove Diego Romero. Un duelo decantado por la caída del segundo en el último salto del trazado, al optar por continuar por el cauce fluvial en vez de recurrir al porteo. Ferro entró en 1.07,23, Romero en 1.08,57. Miguel Fernández, compañero de este último, completó el podio en 1.10,15.

La historia se repetía siete minutos después, pero a la inversa, con la local Lúa Cubiella optando por asegurar el primer puesto del K-1 Juvenil cuando avanzaba como primera mujer del descenso, porteando en el último salto de la Baixada, a 100 metros de meta. María del Palacio, del Piragüismo Olívico, aprovechó la maniobra para sobrepasar a la kayakista del O Muíño, y ganarle en un esprint de vértigo por dos centésimas, 1.15,27 por 1.15,29. Cubiella se llevó el oro en el K-1 Mujer Juvenil, y Del Palacio además en el K-1 Mujer Veterana, seguida de Mónica Piñeiro, del Fluvial de Avión, tercera en meta en 1.15,42. Andrea Piñeiro, del Firrete, firmó el triunfo en la clasifcación del K-1 Mujer Sénior en 1.19,27.

A nivel de clubes, O Muíño ganó la Baixada do Umia con 927 puntos, acompañado en el podio por el Piragüismo Olívico, con 716, y un Naval de Pontevedra empatado a 694 con el Breogán, cuarto.

El último salto, a 100 metros de meta, decidió por centésimas a los ganadores del C-1 Hombre y K-1 Mujer

Próximo reto, conseguir para la vigesimoquinta edición la categoría de Copa de España

El director deportivo del Náutico O Muíño, José Manuel Vázquez, Ruso, se mostraba ayer notablemente satisfecho con la vigésimocuarta edición de la Baixada do Umia. Más allá del triunfo de su club, el directivo valoró positivamente los efectos del cambio de hora en la prueba, pasando de la habitual salida a las cinco de la tarde a las once de la mañana en la edición de ayer. Un cambio que hizo apreciar menos aficionados en el río para presenciar la prueba, si bien este parace ser un elemento mejorable quizás anunciando en el futuro con más antelación que el descenso pasa a horario matutino.

Consciente del valor que tendrá el poder alcanzar nada menos que un cuarto de siglo de historia, Vázquez reiteró lo anunciado en la presentación de la 24ª. Baixada do Umia: «Tentaremos que a proba sexa o vindeiro ano Copa de España de Ríos e de Travesías». Toca comenzar a trabajar.