«El Ejército, en general, siempre se ha visto como una salida laboral»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

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Reconoce que en Pontevedra la mayor parte de los aspirantes a las Fuerzas Armadas optan por la Brilat

17 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Inmerso en pleno proceso de reclutamiento, «a día de hoy -por el viernes-, cuando apenas llevamos tres días, ya hemos asignado 150 citas. Vamos a estar en torno a los 650, como en convocatorias anteriores, si bien es cierto que este año es ciclo único», destaca el coronel Ángel de Miguel Campos (A Coruña, 1958), subdelegado de Defensa en Pontevedra.

-¿Cómo está yendo el proceso?

-Muy fluido. La cantidad de ciclos que ha hecho el personal del centro de selección hace que esté perfectamente engrasado. Estamos en la fase de petición de cita previa que estará activa hasta el 25 del presente mes.

-¿Qué ocurre una vez se pide una cita previa y se asigna una fecha al aspirante?

-Es un proceso de concurso oposición. El concurso es el 30 % de la nota final, mientras que la oposición es el restante 70. Lo primero que tiene que es solicitar por orden de preferencia las unidades a las que quiera ir con un máximo de quince. Acto seguido, debe aportar toda la documentación conforme a lo que publica el BOE y que tienen que ser títulos oficiales. El nivel de inglés barema, pero no sirve que se asista a una academia cualquiera y te hagan un certificado. Tiene que ser titulaciones oficiales. Se barema el nivel de estudios, no es lo mismo tener una licenciatura que solo tener la ESO; los permisos de conducir; los idiomas... Luego viene la fase de oposición que consiste en un examen on line tipo test en la que se evalúan siete facetas, como la verbal, la numérica, el razonamiento o la percepción espacial. Cada una se compone de quince preguntas y se dispone de 45 minutos para hacerlo. El aspirante cuando termina sale sabiendo la nota y es con la que, evidentemente, tiene que competir a nivel nacional con todos los que se han presentado.

-¿Y una vez son seleccionados?

-Se establece un corte que normalmente se sitúa entre tres y cuatro por plaza, que pasan a una segunda fase que se realizará en septiembre. Es un reconocimiento médico que incluye un test de personalidad y unas pruebas físicas. Esto no otorga ningún punto adicional. No. Simplemente determina si es apto o no apto. Superadas las pruebas se asignan las plazas y se van a un centro de formación específico donde estarán dos meses.

-En la Brilat se han sacado cien plazas. ¿A qué especialidades?

-En la convocatoria del Ejercito de Tierra ya sale la unidad y la especialidad a la que se opta. En concreto, de las cien de la Brilat, setenta pertenecen a la especialidad de infantería ligera. Cincuenta en el regimiento de Siero, en Asturias, y las restantes en la base de Figueirido. Otras veinte son de ingenieros para el batallón de Zapadores y diez de transmisiones, ambas también en el acuartelamiento General Morillo.

-En el caso de la Escuela Naval...

-La Armada es diferente. Las plazas, inicialmente, se asignan por zonas. Estamos en la zona Norte, que incluye Marín, Tui o Ferrol, pero también San Sebastián y Bilbao. Una vez se finaliza el período en los centros de formación es cuando se le asigna alguna de estas localidades.

-Por su experiencia, ¿qué destinos son los que más se demandan?

-La mayor demanda es la brigada. Y dentro de la Brilat, infantería ligera. Es normal que esto suceda porque el volumen de efectivos que tiene la brigada en comparación con el resto de unidades es muy superior, al igual que las necesidades de cobertura de vacantes. Es la que más plazas publica.

-Durante la crisis económica, hubo un bum en la solicitud de plazas en el Ejército. ¿Está situación ya se ha normalizado?

-El Ejército, en general, siempre se ha visto como una salida laboral. Evidentemente, el número de solicitantes en los años de crisis económica se incrementó. Estamos hablando del entorno de 41.000 solicitudes por ciclo. En los últimos años se ha estabilizado y hablamos de entre 21.000 o 22.000 aspirantes, números similares a los de antes de la crisis.

-La Escuela Naval conmemora su 75 aniversario. ¿Cómo valora su implicación en la sociedad marinense y pontevedresa?

-La Escuela Naval lleva formando oficiales de la Armada desde hace trescientos años y desde que se trasladó a Marín, 75. En todo este tiempo, la institución y el pueblo de Marín han ido de la mano. Es un claro ejemplo de integración.

-¿Y la implementación de los cursos universitarios?

-El nivel de formación de los oficiales de la Armada con los nuevos estudios es muy elevado. Los alumnos desarrollan un gran esfuerzo porque no tenemos que olvidar que estos planes de estudio les obliga a su formación militar y, aparte de todo este esfuerzo, hay que añadir las asignaturas de la titulación de grado. A esto habrá que sumar la capacidad investigadora que va a tener a través del Centro Universitario de la Defensa.

-En cuanto a la Brilat, en su futuro más inmediato se sitúan las misiones de El Líbano y Malí.

-Sí. La Brilat lleva a sus espaldas una amplia experiencia en cuanto a misiones internacionales. En concreto, al Líbano ya ha ido en dos ocasiones anteriores. Con independencia de la experiencia que tengan las unidades, en el Ejército de Tierra siempre, antes de desplegar en zona de operaciones, se lleva un programa de adiestramiento específico que pretende que, en el momento de la misión, la capacidad operativa sea la máxima.

-¿Cuál es la principal diferencia entre ambas misiones?

-Son distintos escenarios y las misiones son diferentes. La del Líbano es contribuir a la implementación de la resolución de Naciones Unidas que, en cuanto a cometidos, es monitorizar el cese de hostilidades entre El Líbano e Israel en la zona Sur, asistir al Ejército libanés, apoyar al gobierno de este país y evitar acciones hostiles contra población desarmada. En Malí, su misión es fundamentalmente la de entrenar, asesorar y formar a las fuerzas armadas malienses.

-¿De cuantos militares de la Brilat se puede hablar?

-Al Líbano, la brigada puede aportar un 83 % de aproximadamente seiscientos militares. En Malí, de los doscientos, el porcentaje es mayor porque 180 serán de la Brilat, cerca del 90 %.