Cerca de un año esperando por una doble operación en las caderas

Alfredo López Penide
López Penide POIO / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Ramón Leiro

Enrique Muñiz teme que, con las vacaciones, su caso se demore hasta el invierno

16 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En julio del año pasado, a Enrique Muñiz le hicieron unas placas que determinaron que «tenía mal las caderas. El médico me dijo que me tenía que operar por artroscopia porque soy muy joven, tengo 50 años, para unas prótesis. Primero, en un lado y, luego, en el otro». Y desde entonces, lleva esperando por una intervención quirúrgica que todavía no se ha producido pese a las innumerables reclamaciones por escrito que ha remitido al Sergas, la primera de las cuales se remonta a las pasadas Navidades.

Ya en aquella cita con su médico, este vecino de Samieira, electricista de profesión, le informó que le dolía más el lado derecho, por lo que el médico optó por solicitar que le realizaran una resonancia magnética con sedación, la cual realizó hace apenas tres meses en el Álvaro Cunqueiro. «Entre que me dieron vez, pruebas de anestesia... Y luego pedir vez para saber los resultados», los cuales confirmaron que tenía que someterse a una doble operación.

«El 24 [de junio] va a hacer dos meses que firmé de nuevo el consentimiento para la intervención», señala Muñiz, quien no puede ocultar su malestar. «Llevo un año con todo esto a vueltas», insiste, al tiempo que remarca que los dolores le impiden trabajar, por lo que está de baja.

«¿Psicológicamente cómo estoy? Estoy con una depresión», incide, mientras recuerda que desde la Administración sanitaria la respuesta que está recibiendo es siempre la misma. Qué esta en lista de espera y qué están trabajando para reducir los tiempos para acceder a las consultas externas y pruebas del Complejo Hospitalario de Pontevedra. «Dicen que intentará agilizar lo máximo posible y se acabó. Siempre te contestan, pero...».

Le molesta especialmente escuchar a los representantes del gobierno autonómico asegurar que el máximo de tiempo de espera para intervenciones quirúrgicas se reducirá a sesenta días. Su máximo temor es que la llegada del verano retrase aún más su operación: «¿Van a entrar los médicos en vacaciones y yo me voy a quedar para el invierno?», se pregunta indignado.

Enrique Muñiz asegura que ha llegado a pensar en trasladar su caso al Valedor do Pobo. «Así no puedo seguir. Lo peor son las noches, cuando me acuesto. Es vergonzoso. Es triste y penoso que tengamos que recurrir a los medios de comunicación cuando pagamos impuestos», concluye.