La planta de biomasa que proyecta Ence precisará un edificio de 50 metros de alto

Serxio Barral Álvarez
Serxio barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

El Concello alerta del impacto visual «moi negativo» que causaría la instalación

13 jun 2018 . Actualizado a las 05:05 h.

Ence proyecta construir en su complejo de Lourizán tres nuevas instalaciones: una planta de cogeneración de energía que en la práctica viene a ser la planta de biomasa anunciada hace bastante tiempo, un secado de cortezas y una «planta satélite de regasificación» que permitirá suprimir el uso de combustibles fósiles para pasar a emplear gas natural. Con el fin de encajar estas iniciativas en el Proyecto Sectorial de Incidencia Supramunicipal (PSIS), la empresa inició hace meses el trámite urbanístico para modificar dicha herramienta. El Concello de Pontevedra se opone a dicho trámite, y ayer dio a conocer lo informes técnicos en los que basa su rechazo y que ya han sido remitidos a la Xunta.

Entre los prolijos argumentos que enarbola el Concello para oponerse a que se autoriza esa modificación del PSIS, la teniente de alcalde Carme da Silva (BNG), dio a conocer ayer uno desconocido hasta ahora: el «gran impacto visual» por el «efecto moi negativo sobre a paisaxe» que causaría la construcción de las tres nuevas instalaciones, especialmente la planta de cogeneración de energía.

Así, según refleja un informe firmado por la responsable de la Oficina Técnica de Arquitectura e Planeamento, Ence proyectaría construir para albergar dicha planta un edificio de 50 metros de altura que restaría dotado de una chimenea que se elevaría hasta los 70 metros. Gráficamente, la propia arquitecta apunta a que estas dimensiones equivaldrían a la de un edificio de dieciséis plantas y media de altura. Un inmueble, en cualquier caso, que «iguálase coa altura do volume máis alto da fábrica actual» de Lourizán.

Y las otras dos obras previstas prevén tanto para la nave de secado de cortezas como para la planta de regasificación sendas instalaciones de veinte metros de altura, equivalentes a edificios residenciales de seis plantas, alertan desde el Concello de Pontevedra.

La suma de los tres proyectos equivale, apunta el Concello de Pontevedra, a incrementar «nun 12,77 % a ocupación das instalacións existentes a nun 23,27 % a edificabilidade do complexo, cun aumento que vai do 0,85 m2/m2 actual a 2,5 m2/m2, cando se trata de instalacións que poden estar noutro emprazamento».

Agua, vertidos y normativa

El resto de argumentos que apunta el Concello en su escrito de «observacións e suxestións» dirigido a la Xunta son ya conocidos. Como la necesidad de que se aporte un informe específico de Augas de Galicia sobre la captación autorizada a la fábrica, el supuesto desvío de agua a Elnosa (que carece de autorización para captar) y las previsiones de futuro. También se cuestiona que se autorice el vertido de aguas residuales derivadas del proceso industrial por el mismo emisario que las aguas residuales domésticas. O que se insista desde la fábrica en que el Proyecto Sectorial de Incidencia Supramunicipal esté por encima de las Directrices de Ordenación do Territorio (DOT) y del Plan de Ordenación do Litoral (POL), herramientas urbanísticas aprobadas por la Xunta que, según la interpretación del Concello, establecen las medidas que se debe adoptar para la recuperación de estos terrenos y su incorporación al litoral gallego.