De igual modo, un segundo ciudadano de Albania, Esmerald Laçi, precisó que su participación en el entramado se limitó a transportar doscientos mil euros que se iban a emplear para abonar una partida de heroína. Añadió que tenía conocimiento de que una vivienda de Sanxenxo se empleaba a modo de laboratorio donde adulterar la droga.
Los contactos de esta red se extendieron, además, a la localidad coruñesa de Narón y a la pontevedresa de Vilanova. En la primera su contacto era Jesús Conchado Salazar, quien también reconoció los hechos imputados e incriminó a Mosteiro González, mientras que en la segunda se hallaron cuatrocientos gramos de estupefacientes en la vivienda de Diego Cores Falcón, quien reconoció que era de su propiedad y exculpó a su esposa. De hecho, no es descartable que el fiscal le retire la acusación a esta última.