«No tenemos una varita mágica y no podemos poner más dinero»

PONTEVEDRA CIUDAD

Ramón Leiro

La situación económica del club complica la confección de la plantilla, pese a haber reducido la deuda

27 may 2018 . Actualizado a las 05:05 h.

Carlos García Alén habla preocupado, pero tranquilo. El máximo responsable del Teucro desde hace nueve años está satisfecho con la temporada del equipo, pero sabe que la deuda que arrastra el club, y que ya se ha reducido, marca el futuro más inminente, el de diseñar una plantilla sólida para volver a competir en Asobal.

-¿Qué balance hace de la temporada después de un final tan convulso?

-Muy positivo, se ha cumplido el objetivo, que era salvar la categoría y se ha conseguido antes del último partido. La plantilla ha hecho los deberes antes de tiempo y no he tenido sensación en ningún momento de que se corriese algún riesgo. Se empezó mejor y se fue a menos, pero nunca hemos estado en puestos de descenso, lo que nos permitió llegar tranquilos al final.

-La salida de Quique Domínguez ha sido un duro golpe, ¿ya lo han digerido?

-Cuando nos sentamos a hablar con él de la continuidad el problema era que no teníamos el mismo presupuesto, tener que cumplir con el concurso de acreedores nos obliga a destinar más recursos a pago de deuda. Era una cuestión de juego de números, parte de lo que teníamos asignado a pago de plantilla se ha tenido que destinar a pago de deuda.

-Su marcha es, por tanto, una cuestión económica.

-Fundamentalmente, sí. Pero lo entendemos y el planeamiento que hemos hecho es pensar en alguien de casa, como Luis Montes, para llevar las riendas.

-Están en pleno proceso de renovación de la plantilla, se está empezando a conocer la continuidad de algún jugador, ¿se quedarán muchos más?

-Nuestra idea es que se quede el mayor número posible, pero lo que decide el club y lo que pasa por la cabeza de los jugadores es difícil de casar y eso hay que encajarlo dentro del presupuesto. Nuestra idea es que se conforme un equipo con la mayoría de los que acabaron la temporada.

-El aspecto económico parece enquistar cualquier negociación.

-Los jugadores y el resto de acreedores del club cuando hay retrasos están perfectamente informados, en momentos puntuales no hay liquidez. A veces los cobros que esperas no se materializan o se retrasan. Ahora tenemos pendientes de recibir las ayudas públicas y eso es mucho dinero, igual cerca de 150.000 euros.

-Por tanto, todavía hay nóminas pendientes de pago.

-Sí, hay nóminas como también hay facturas de viajes y multitud de gastos. Las nóminas es un compromiso más de pago como el resto de cosas y se harán efectiva a principios o mediados de junio, por lo que nos dicen desde las administraciones, están pendientes los pagos de las ayudas. Nosotros no tenemos una varita mágica y los directivos no podemos poner más dinero, al menos esta temporada.

-El serbio Davor Cutura regresa a Pontevedra como jugador, pero también para potenciar la cantera.

-La llegada de Davor Cutura es una conjunción de astros, a nivel personal y profesional. Además de trabajar en potenciar la cantera, tenemos que conseguir involucrar en el proyecto del Teucro a todo el tejido empresarial de la comarca y que haya más socios que se identifiquen con la filosofía del equipo e intentar conseguir más recursos y poder invertir más dinero en la primera plantilla o en potenciar la base.

-Es un proyecto más ambicioso que necesita de una masa social que quizás se haya perdido.

-El Teucro no ha perdido masa social, ahora rondamos los 1.300 socios, pero creemos que debemos estar por encima de los dos mil. Con respecto a otras temporadas no ha perdido, en los noventa, el máximo de abonados rondó los 1.600. Socios hay, pero hacen falta más y más compromiso del tejido empresarial. En estos nueve años, lo que nos ha lastrado ha sido la deuda, que rondaba un millón ochocientos mil euros.

-¿Qué deuda queda ahora por zanjar?

-Se aplazó a diez años y ahora nos quedan cerca de 350.000 euros por pagar en los próximos seis años. El éxito no ha sido pagarla, sino conseguir que se nos condonase parte de la deuda lo que ha asegurado la pervivencia del club.