El retablo roto de San Bartolomé ya cuenta con un proyecto de restauración

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

EMILIO MOLDES

La reliquia aún sigue apuntalada a la espera de que se habilite una partida para llevar a cabo la reparación

22 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El susto que se llevaron los feligreses y el propio párroco de la iglesia pontevedresa de San Bartolomé el día 17 de abril, cuando un intruso entró en la iglesia y se llevó por delante todo lo que encontró a su alcance, afortunadamente, ya ha pasado a la historia. «Estamos tranquilos, no sería normal que se repitiese algo así», señala el cura, Raúl Lage. Pero las cicatrices de esa fechoría continúan visibles en el templo. Y es que en esa algarada resultó dañado el retablo, que se desplazó del sitio, lo que obligó a apuntalarlo ante el miedo de que pudiese venirse abajo. La reliquia todavía no se reparó y continúa agarrada con los tacos de madera. Pero una profesional ya hizo un proyecto para acometer la restauración, que está a expensas de los permisos y la financiación.

Cuando la iglesia fue pasto de la fechoría, una de las primeras llamadas que hizo el párroco fue a Carlos Valle, director del Museo de Pontevedra. Quería que le aconsejara acerca del retablo. Y al día siguiente Valle y otros profesionales del Museo visitaron la iglesia para ver lo sucedido. La conclusión de Carlos Valle fue contundente: «Os danos son graves tras o atentado», dijo en aquel momento. El caso es que el sacerdote le pidió que continuara asesorando a la iglesia para ver cómo se podía acometer la restauración. Y Valle señala ahora que una profesional «moi rigorosa» elaboró ya una propuesta de intervención. E indicó que lo normal será que Patrimonio opine sobre la pretendida restauración. «Seguramente non haxa ningún tipo de traba porque se trata dunha proposta moi sensata e moi profesional. Aínda así é de lamentar que haxa que levala a cabo porque calquera dano que sofre unha peza así pois é unha magoa moi grande», indicó el director del museo.

Ni Valle ni el párroco Raúl Lage señalaron de momento qué coste tiene la restauración. Lo que sí indicó el sacerdote es que se está a expensas de que el Arzobispado y Patrimonio le den el visto bueno para ponerse manos a la obra. «De momento no sabemos en qué momento se va a arreglar, estamos mirando cómo hacer las cosas. Lo importante es que para el culto no nos influye que esté roto y tampoco es que los desperfectos se noten mucho si uno no sabe lo que ocurrió», indicó el sacerdote.

«Claro que me preguntan»

El sacerdote Raúl Lage indicó que tras lo sucedido fueron muchos los feligreses que preguntaron por los daños y por el susto que pasaron la mañana en la que aquel individuo entró por el templo y se llevó por delante una ánfora y amenazó con tirar abajo el retablo. «Claro que me preguntan, todo el mundo se quedó con la boca abierta. Pero ahora el susto ya se pasó y casi no tenemos tiempo ni de pensar en eso porque estamos con el ajetreo del final del curso. Seguimos guiándonos por lo que nos diga Carlos Valle y las demás personas del museo porque son quienes entienden de restauraciones», dice Lage.

El retablo que resultó dañado no es una obra cualquiera. Al igual que la de San Bartolomé tampoco es una iglesia más. Se trata, para empezar, de un antiguo templo de los jesuitas que fue consagrado solemnemente el 14 de julio de 1714 y que, por tanto, ya cumplió los 300 años de vida. En cuanto al retablo, aunque tiene una parte central que data del siglo pasado, el conjunto al completo pertenece a la segunda década del XVIII, además de tratarse de una obra llena de espectacularidad. El templo, un ejemplo de barroco clasicista, además de lugar de culto, es un punto habitual de recepción de visitantes. Ayer mismo dos personas que acababan de visitar la iglesia señalaban: «En nuestro caso nos gusta visitar templos y en Pontevedra teníamos claro que queríamos ver este. No nos dimos cuenta del retablo roto».