Restauración exporta talento

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

ESCOLA

«El patrimonio gallego está bastante desprotegido», dicen alumnos que asisten a foros nacionales y internacionales

15 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Proyectos de varios alumnos de la Escola Superior de Conservación e Restauración de Bens Culturais de Galicia, con sede en Pontevedra, fueron seleccionados para ser compartidos en diferentes encuentros profesionales a nivel nacional e internacional. Las estudiantes de 4º curso Alba Losada García, de A Coruña, e Irene Fernández Diéguez, de Vigo, participaron el pasado viernes en Tarragona en las undécimas Jornadas de Jóvenes en Investigación Arqueológica.

Ambas alumnas, en representación de otras tres compañeras, fueron las encargadas de abrir este foro. Su ponencia se tituló Proyecto de puesta en valor, conservación y gestión del conjunto arqueológico de Monte do Carrio. Era el primer año que se integraban sesiones de conservación en este congreso arqueológico, que abarca toda la península Ibérica. Para ellas fue una oportunidad para ampliar formación. «Había ponentes muy buenos con proyectos nacionales e internacionales y desde luego que aprendimos mucho, siempre se aprende», comentó este lunes Alba Losada.

Alba e Irene repasaron la intervención en Monte do Carrio, en Lalín, que surgió en el año 2015 gracias a la administrativa de la Escola, que se lo planteó a dos profesores, Fernando Carrera y Álvaro Arizaga. «El proyecto comenzó con una humilde campaña financiada por la Escola en julio del 2016», recordó Alba. La principal dificultad con la que se encontraron en Monte do Carrio es que tiene «un patrimonio muy completo, inabarcable para el equipo y recursos de los que disponemos, ya que comprende desde el período calcolítico hasta el contemporáneo». Todo ello en un monte de 15 kilómetros cuadrados gestionado por cinco comunidades de montes, donde hay enterramientos funerarios, arte rupestre, asentamiento castrexos fortificados, una fortificación medieval y edificaciones eclesiásticas.

En la Escola decidieron centrarse en el arte rupestre para el plan director del 2018. El título con el que Alba e Irene saldrán de la Escola es equivalente a un grado universitario. No obstante, comparten la lucha abierta desde hace casi seis años por conseguir la integración de las enseñanzas artísticas superiores, entre ellas conservación y restauración, en la universidad.

«Creo que la profesión no está bien regulada en España, y no hablo solo del sistema educativo», señala Alba. Para esta estudiante los conservadores y restauradores forman parte de la red por la defensa, estudio e investigación del patrimonio, en su caso arqueológico. «Personalmente, a nivel general creo que el patrimonio está bastante desprotegido», consideró la joven.

El exalumno de la Escola Noé Valtierra también participó en las jornadas de Tarragona con dos ponencias. Una sobre la restauración de dos ánforas del yacimiento romano de Pescadoira (Bueu) y otra sobre su disciplina en los yacimientos arqueológicos en el marco territorial español. «Espero que esta sesión de conservación y restauración se mantenga, ya que creo que es una gran oportunidad para los restauradores de dar salida y publicidad a sus proyectos, de acercar la restauración al mundo de la investigación y de integrarla en el mundo de la arqueología, al que puede aportar mucho si se le deja», remachó Noé Valtierra.

El talento de la Escola también dejará su huella en Bolivia. Será los días 18 y 19 de mayo de la mano de Lucía Anta, alumna de 4º, que participará en el primer Congreso Internacional de Conservación del Patrimonio Cultural.