Técnicos de ambulancias exigen con una huelga el desbloqueo del convenio

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

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Trabajadores se concentraron en Montecelo en la segunda jornada de paro

11 may 2018 . Actualizado a las 05:05 h.

Si la primera jornada de huelga se centralizó el miércoles en Santiago con una concurrida protesta, los técnicos de ambulancias hicieron visible el paro este jueves en Pontevedra. Un grupo de trabajadores se concentraron poco después de las nueve y media de la mañana en la entrada de Urgencias del Hospital Montecelo. Mientras ellos exhibían una pancarta en la que se leía «Ambulancias por un convenio xusto. Un servizo público e de calidade», otros compañeros trasladaban a pacientes al centro sanitario. En el caso del transporte sanitario urgente del 061 los servicios mínimos son del 100 %.

La huelga, convocada por el sindicato CIG tras el beneplácito que dieron la mayoría de los trabajadores en las asambleas, busca forzar a la patronal del sector a que desbloquee el convenio colectivo. La central nacionalista destacó el «alto seguimento» del paro que, tras estas dos jornadas, se retomará el próximo mes de junio con otros dos días de movilizaciones. Será el 6 y 7 de junio. La fórmula se repetirá en julio, con otras dos jornadas de huelga los días 4 y 5. Tras las vacaciones de agosto, la intención de la CIG es convocar un paro indefinido a partir de septiembre si antes no se cierra un acuerdo con la patronal.

La huelga en el sector de las ambulancias persigue que la patronal (Fegam) se siente a negociar un nuevo convenio colectivo y cese en sus intentos de precarizar las condiciones laborales y salariales del personal. Desde la CIG se señaló que el paro, que concluyó ayer a las doce de la noche, tuvo una importante incidencia en todas las áreas sanitarias, «a pesar dos abusivos servizos mínimos decretados pola Xunta».

Los trabajadores han vuelto a salir a la calle porque el convenio lleva dos años y medio caducado y la patronal tiene bloqueada la negociación, utilizando el argumento de que los contratos no cubren gastos. Hay empresas que solicitaron la inaplicación del convenio y plantearon una rebaja salarial de hasta el 25 %, lo que califican de «auténtica barbaridade».