Inmaculada Paz Andrade: «Sigo activa y estaré activa hasta la muerte»

La Universidade de Vigo invistió este miércoles a María Inmaculada Paz Andrade (Lérez-Pontevedra, 1928) como su doctora honoris causa número 27. La catedrática de Física Aplicada de la USC recibió en un acto solemne celebrado en la Escola de Forestais del campus de la ciudad la máxima distinción que otorga la institución académica. Es la primera mujer pontevedresa que lo logra. Minutos antes de la ceremonia, Ada Paz Andrade, como es conocida, comentaba lo que significa para ella recibir el honoris causa a los 89 años. «¡Cómo lo voy a recibir! Con gran placer y con mucho orgullo. Qué queréis que os diga, parezco un futbolista».

Su candidatura fue propuesta por los profesores del departamento de Física Aplicada Marta María Mato y José Luis Legido -que ejerció como padrino en el acto- y fue aprobada el pasado 21 de marzo por el consello de goberno de la Universidade. Se quiso reconocer su trayectoria científica como «referencia mundial» en microcalorimetría, termogénesis y calorimetría diferencial de barrido.

Aunque jubilada, Ada Paz Andrade sigue trabajando desde su casa: «Sigo activa y estaré activa hasta la muerte». Fue ella quien tras conocer la aprobación de su candidatura al doctor honoris causa solicitó que el acto de investidura se celebrara en su ciudad natal. «Hay que traer cosas también para Pontevedra», dijo a los periodistas. No tuvo inconveniente en desvelar lo que destaca de su amplia carrera y a lo qué se dedica ahora. «Destaco toda, no paré, no tengo tiempo. Trabajo sobre incendios, claro, ¿qué problema hay en Galicia? La solución la tenemos nosotros, los que tienen que aplicarla son los que tiene la solución final. ¿Y la aplican? No», sentenció. Ironizó con que habría que cortar el «dedo de encender» a los que plantan fuego al monte.

Ya casi sin tiempo, su padrino en el acto, José Luis Legido, relató que son «muchísimos» los méritos de esta mujer. «Fue pionera en muchos ámbitos, sobre todo en microcalorimetría. Fue la que desarrolló la microcalorimetría en España y montó la mayor parte de los laboratorios que hay en las universidades, muchos de ellos con sus manos». Añadió que Paz Andrade también fue pionera en el campo de los incendios forestales, «tema en el que fue capaz de aglutinar a su alrededor a muchos investigadores que trabajamos en esa línea de buscar herramientas para luchar contra los incendios». Incidió en que sigue publicando y haciendo trabajo desde su casa.

Ceremonia

El acto oficial, que comenzó pasadas las doce del mediodía, se inició con la interpretación de la Guarda da bianca luna, de G. Verdi, a cargo del coro del campus. El rector en funciones de la UVigo, Salustiano Mato, aludió después a los méritos de Paz Andrade, y desveló que fue su profesora de Física al llegar a la USC. «Non me pasou desapercibida. Nin daquela, nin agora. Muller pioneira que se impón nun mundo totalmente masculino onde predominaban o azul mariño e o gris escuro», afirmó el rector en uno de sus últimos discursos antes de dejar el cargo.

En su intervención oficial, Paz Andrade recordó la casa familiar de Lérez y a su abuelo, el poeta Juan Baustista Andrade. Se reconoció celtista y también destacó su amor por la ciudad de Vigo, en la que se estableció buena parte de su familia. La científica, que fue reconocida con la Medalla Castelao de la Xunta y atesora múltiples premios, contó que en su día inició su licenciatura en Ciencias en la USC «sen entusiasmo nin vocación», aunque después descubrió que trabajar en un laboratorio le encantaba. A la investigación científica dedicó 45 años sin descanso.

Al acto solemne, que no llenó el salón de Forestais, acudieron entre otras personalidades la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, o el presidente del Consello da Cultura Galega, Ramón Villares.

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