Portugués e italiano entran por la vista y el gusto en la Escola de Idiomas

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Emilio Moldes

27 abr 2018 . Actualizado a las 12:32 h.

La Escola Oficial de Idiomas (EOI) de Pontevedra, que atesora más de treinta años en la enseñanza de lenguas, sabe que cualquier actividad es buena para aprender. Sea dentro o fuera del aula. Esta semana, coincidiendo con el 25 de abril, los departamentos de Portugués e Italiano han organizado talleres relacionados con la comida.

La profesora María Sola, jefa del departamento de Portugués, explicó que es el segundo año que impulsaban una «oficina de culinaria». «O ano pasado foi culinária portuguesa e este brasileira. Sempre a facemos coincidir co 25 de abril porque a revolución dos cravos é unha data moi imporante, non só polo significado que ten en Portugal, senón porque foi a primeira revolución exercida para o pobo», remacha la docente.

Las tres profesoras del departamento y una alumna que vivió en Brasil y estudió en el CIFP Carlos Oroza diseñaron la actividad. Los participantes, divididos en equipos, se encargaron de hacer su aportación al menú, que incluyó brigadeiros, un dulce típico, strogonoff de pollo y un acompañamiento a base de farofa. «Isto ten a súa parte lingüística e antes tiveron que completar unhas fichas con vocabulario e tempos verbais», apuntó María Sola.

Entre comida y aprendizaje, la docente de portugués aprovechó para reivindicar esta lengua: «Desgraciadamente o portugués non ten en Galiza a demanda que debería. A sociedade galega está perdendo unha vantaxe importante que está a gañar Estremadura, onde o portugués é segunda lingua en moitas escolas de idiomas». Ahí queda la reflexión. En el caso del departamento de Italiano, el 25 de abril celebraron la Festa della Liberazione -que conmemora la salida de los nazifascistas en 1945- con un concurso de bruschettes en los que solo se podían emplear ingredientes del color de la bandera (blanco, verde y rojo). «Es una forma de unir gastronomía y cultura y de socializar porque participan alumnos de distintos grupos, la gramática se cuela sin darse cuenta y hablan más, interactúan», destaca Begoña Suárez, jefa del departamento de Italiano. Con un juego de Kahoot conseguían los ingredientes.