Un defensor de la educación en valores que se mueve en bicicleta

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Ramón Leiro

Jorge Soto, profesor de Ciencias da Educación, se convierte en el cuarto vicerrector del campus de Pontevedra

25 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Reivindicar la educación en valores en cualquier ámbito o disciplina. Esta podría ser la máxima del nuevo vicerrector del campus de Pontevedra. Jorge Soto Carballo (Pontevedra, 1966), doctor en Pedagogía y premio nacional de investigación en el año 2003, era ayer un hombre feliz. Todavía trataba de asimilar el triunfo de su candidato, Pachi Reigosa, de Horizonte 2040, en las elecciones que la Universidade de Vigo celebró este lunes. «Lo que pasó fue muy bonito y emotivo. Ahora toca empezar a trabajar y hablar con los compañeros. Ya he hablado con el actual vicerrector para ver qué proyectos hay pendientes», comentaba ayer. La toma de posesión está prevista para finales de mayo, pero antes tendrán que abordar el traspaso de poderes.

El nuevo rector y su equipo tenían claro, antes del inicio de la campaña electoral y una vez resuelta la cuestión de la paridad de su lista, que este profesor de Ciencias da Educación e do Deporte era el perfil que buscaban para liderar la Vicerrectoría del campus de la ciudad. «Era el candidato idóneo. Queríamos a una persona de Pontevedra, que conociera bien el campus y la ciudad, que tuviera una trayectoria docente reconocida y que fuera bien valorado por alumnos y profesores», desvelaba una persona que siguió muy de cerca las conversaciones.

El acuerdo entre Reigosa y Soto fue fácil y desde que trascendió «ilusión» fue la palabra que más repitió el ya vicerrector electo del campus de Pontevedra. Se trata de una figura creada en el 2006 por la Universidade de Vigo. Jorge Soto se convierte así en el cuarto vicerrector tras las etapas desempeñadas por Juan Manuel Corbacho -su rival directo en estos comicios-, Antonia Blanco y Jesús Hernández.

Quienes conocen bien al profesor de Ciencias da Educación e do Deporte destacan de él dos cosas: su honradez y su implicación. Casado y padre de dos hijos (Pablo y Alba), Jorge Soto es un aficionado al deporte. Lo practica, pero no solo en sus ratos de ocio. Desde hace muchos años utiliza la bicicleta como medio de transporte para moverse por la ciudad. Le gusta el running y lo suyo son los maratones. Se ha atrevido, entre otros, con los de Viena, Róterdam, París o Lisboa. Además de correr, también disfruta con la bici de montaña y no es raro cruzarse con él por la senda del Lérez.

Jorge Soto, que lleva casi veinte años como docente, da clases en los grados de Educación Infantil y Primaria. El pasado año quedó entre los diez finalistas del premio Educa Abanca 2017, que buscaba al mejor profesor de España en su categoría (universidad). Para él lo importante de esa distinción es que «es un reconocimiento de la gente con la que trabajo todos los días». El docente tiene claro que la escuela no puede ser solo un espacio donde se enseñan competencias cognitivas, sino que tiene que reafirmarse como «parte fundamental de la construcción de individuos socialmente competentes para vivir en comunidad».

Implicado con diversas causas, desde los derechos de la infancia a los refugiados, tiene ante sí el reto de sacar el máximo potencial al campus de Pontevedra. Sostiene que está lleno de fortalezas y es muy dinámico, pero que hay que volcarse en la investigación y la internacionalización. Antes de las elecciones, él lo resumía en una frase. «Hay que potenciar la relación de la universidad dentro y fuera de la ciudad. E intentar que el campus no sea un desierto a las ocho de la tarde».