Un entorno natural único a la espera de una actuación integral

Alfredo López Penide
López penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Vegetación en zonas de paso, puentes desaparecidos, huevos en la pasarela de madera... son solo algunas deficiencias

22 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Es un grito silencioso el que, día tras día, procede de las marismas de Alba, un entorno natural privilegiado del que diariamente disfrutan centenares de personas, pero que precisa de una urgente actuación integral que acaba de ser adjudicada. La situación de decadencia, para unos; abandono, para otros; decadencia, para el resto, ha llegado a tal extremo que, en algunos puntos, puede ya conllevar un riesgo de accidente con graves consecuencias.

Dejando aparte el peligro que supone adentrarse caminando o corriendo desde el nudo de Bombeiros donde ya se ha previsto llevar a cabo una reforma que arrancará este año y para la que se destinará, inicialmente, un millón de euros, lo cierto es que son varios las alternativas que uno tiene para acceder a este pulmón de Pontevedra. El más llamativo y, a la vez, uno de los que más deficiencias presenta es el que se ubica al paso del Camino de Santiago por A Gándara. Allí, pegado a uno de los observatorios de aves existentes en las marismas y que comparte con el resto el haber vivido tiempos mejores, por decir algo, se encuentra uno de los mayores socavones de la pasarela de madera, además de que viandantes y ciclistas deben poner atención para no tropezar con aquellos listones que están levantados o, por el contrario, hundidos.

Es algo muy similar a lo que se encuentra en las proximidades del puente Mageiro sobre el río Rons recientemente rehabilitado para garantizar la convivencia de peatones y vehículos. Un enorme hueco en la pasarela podría suponer un riesgo mayor si no fuera porque se ubica en un tramo que, unos metros más adelante, está restringido el paso.

A diferencia de este puente, la otra infraestructura que permitía cruzar a pie de una margen a otra hace años que fue retirada quedando solo los estribos laterales, que el Concello de Pontevedra ya ha anunciado que piensa retirar. Y es que la intención del gobierno local es la de invertir menos de 190.000 euros este espacio verde inaugurado hace menos de veinte años, en el 2000, y que posteriormente fue declarado ENIL (Espazo Natural de Interese Local).

Entre las actuaciones previstas, el saneamiento del alcantarillado o la limpieza de la vegetación que, por momentos, ocupa buena parte de los paseos habilitados, pero también se intervendrá en el mobiliario -algunos elementos no habrá más remedio que sustituirlos dado el deterioro que presentan- y en los miradores. En este sentido, mención aparte merece el que se ubica en el extremo más alejado de las marismas, una estructura que combina hormigón, madera y metal que claramente ha vivido tiempos mejores, ya que presenta tablones sueltos y muy deteriorados. En su caso, también se ha programado una intervención por parte de la empresa Naturgalia una vez se firme el contrato.