Los mariscadores aran Os Praceres con un vehículo anfibio innovador

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

EMILIO MOLDES

Lourizán prueba en la playa un sistema que llegue donde los tractores se hunden

18 abr 2018 . Actualizado a las 07:50 h.

El mar es como una finca. Una huerta hay que cuidarla y arrancar las malas hierbas para que pueda ser productiva. Un banco marisquero también hay que limpiarlo y remover la arena para que la almeja se mueva con facilidad por el sustrato. Cofradías como Lourizán utilizan tractores convencionales, con arados, para poder romper la superficie de la playa en bajamar. Y ahí está el problema, que a poco que suba la marea hay que apurar el regreso de la maquinaria a la orilla. Precisamente por eso, la cofradía lleva tiempo buscando alternativas o sistemas complementarios a los tractores. Ayer probó una solución que podría servir para sus necesidades más urgentes en el banco más productivo y grande de la ría, Os Praceres.

David Gascón, de la empresa asturiana Argo España, fue uno de los encargados de la demostración de arado con un aparato anfibio que comercializan en toda la Península. Se trata de «un vehículo ligero, de ocho ruedas, que tiene capacidad anfibia, lo que le permite flotar si se encuentra con agua», explica. Es un aparato que no sufre tanto la presión del ciclo de las mareas, porque al ser más ligero y ser anfibio puede avanzar por tramos inundados hacia otros puntos donde la playa se encuentra con la arena a la vista. En el caso de los tractores esta situación no es posible porque para su desplazamiento por los bancos marisqueros tiene que estar liberado de agua todo su trayecto de ida y de vuelta. Gascón señala que la propuesta de Argo España tiene además la ventaja de adaptarse a las circunstancias de distintos sustratos. En algunos casos emplea las ocho ruedas y en otros puede equiparse con cadenas como un vehículo oruga. «El vehículo puede moverse por zonas embarradas que tienen poca tracción», añade.

Además, hay otra ventaja frente a los tractores convencionales. La rodera del desplazamiento de los tractores, en arena húmeda, se hunde mucho en el sustrato y deja tras sí una huella considerable. No así en el caso de este aparato anfibio que, al ser más pequeño, no hunde tanto las ruedas a su paso por la playa.

Los arados que porta también son adaptables a las necesidades de cada cofradía. En el caso de la prueba de ayer consistió en varios arados, iguales a los convencionales pero más pequeños, y con una terminación más triangular para intentar abrir mejor los surcos en la arena. En el caso de los tractores habituales de las cofradías, los arados son más lineales y no están diseñados en forma de cuña abierta.

Por sus dimensiones, además, este aparato puede moverse por la pasarela de madera paralela a la autovía de Marín, por lo que alcanza con relativa rapidez la mitad del banco marisquero y se puede retirar más tarde cuando llega la marea alta. Esto es imposible de ejecutar para los tractores, porque la pasarela no resistiría su peso.

Los vehículos oruga como el que se probó en Os Praceres se fabrican en Canadá y se ensamblan en Asturias. En el caso gallego este ingenio tecnológico solo está operativo en una cofradía, la de Miño, en la comarca de Ferrolterra. La experiencia un año después está siendo buena en los bancos de ese pósito coruñés, razón por la que la patrona mayor de Lourizán, María del Carmen Vázquez, quiso que se hiciese una demostración en Os Praceres. Si finalmente la cofradía lo adquiriese, este vehículo sería toda una innovación en las Rías Baixas.

Un resultado satisfactorio tras un freno en una poza oculta

La demostración del aparato anfibio en el banco de Os Praceres llamó la atención de todos los que pasaron a su lado. Las mariscadoras le hacían fotos como si se tratase de una estrella de cine. La máquina, que parecía una mezcla de arado, tanque y tractor, se adentró en la zona recién despejada por la bajamar a media mañana. Todo iba bien hasta que sus conductores, inadvertidamente, lo metieron en una poza oculta por una lámina de agua y fango. El resultado es que se embarró y fue necesario su rescate por varias personas. La patrona mayor indica que esta circunstancia hubiese pasado también con cualquier otro aparato o tractor que se probase en ese punto concreto porque allí se hundían hasta las personas. Una vez que se liberó de esta poza, el resto de la prueba resultó satisfactoria para la cofradía que, en principio, estudiará la viabilidad de conseguir uno para Pontevedra.