«Con tanta choiva, non hai nada nas hortas»

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

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Las precipitaciones ponen contra las cuerdas a los productores de hortalizas, que no pueden plantar fuera

14 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia es, desde siempre, el país anfibio. Lo sabemos todos. Pero últimamente casi parece, directamente, una tierra pez. La lluvia no cesa y los productores de hortalizas están desesperados porque las huertas siguen encharcadas y, por tanto, no pueden plantar prácticamente nada en ella. Lo decía ayer con una frase bien elocuente una productora ecológica de Moraña, Montse Fernández: «Con tanta choiva non hai nada nas hortas, é terrible. O único que se pode sementar é o do invernadoiro... fora non podes facer nada de nada. Esperemos que as precipitacións empecen a reducirse senón imos mal, porque a estas alturas xa debería estar todo plantado e medrando».

Montse Fernández cuenta su historia. Ella lleva casi un lustro con un negocio de huerta ecológica. Y asegura que nunca vivió una situación como la actual: «Nunca nos pasou que chegaramos a estas alturas do ano sen poder plantar nada fora. Nesta ocasión nin sequera puxemos aínda as patacas, e menos mal que non o fixemos, porque agora mesmo estarían encharcadas e non valerían para nada». Fernández espera que la lluvia dé al fin una tregua y pueda empezar a normalizar su actividad. Indica que en condiciones normales en su huerta debería haber ahora mismo desde repollos a cebollas pasando por patatas y otras muchas hortalizas.

«O que botas, acaba podre»

Manuel Blanco, de Campo Lameiro, es otro productor de hortalizas ecológico. Tiene una extensión de terreno de 4.000 metros cuadrados en Parada de San Isidro. Hace un mes, cuando otros agricultores se quejaban de que no dejaba de llover y no podían plantar, él indicaba que había que tener paciencia, que habíamos salido de un período de sequía y que el agua era bienvenida. Ahora ya no habla de la misma manera: «Agora a situación si que xa é preocupante. Non se pode plantar nada e que botas acaba podre. Eu puxen chícharos e fabas e está todo estragado, non vale para nada. É unha magoa tremenda pero se segue a cousa así este ano non imos ter hortalizas máis alá dos invernadoiros». Blanco indica que la lluvia no es el único problema: «Ademais da auga, está o frío. Hai anos no que chove moito pero a terra ferve e iso ás hortalizas vailles ben. Pero é que agora a sensación térmica é brutalmente baixa e así non medra nada», indica este hombre. Insiste él en que o viene el buen tiempo ya o este año las pérdidas para los productores serán grandes.

«As miñas vanse salvando»

A media mañana de ayer, pese a los chubascos intermitentes, en una huerta de Lérez trabajaban Ángela Pez y su hija. Esta última remitía a la madre para hablar de la huerta: «Pregúntalle a ela, que con 88 anos é a que está aquí todo o día da mañá ata a noite, e as veces incluso anoitece e non me da chegado á casa». A su lado, Ángela asentía con la cabeza. Cuida ella dos huertas, cuyos productos vende el sábado en el recinto ferial pontevedrés. Ella sí ha plantado algunas hortalizas pese a las inclemencias meteorológicas: «Non se puido facer moito pero eu algo si que botei, teño algúns chícharos, algunhas leitugas e algo de acelgas, que son as máis resistentes». ¿Cómo consiguió que fuesen adelantes? «Estou todos os días aquí intentando coidalas e ademais póñolles por riba caixas de plástico e o que faga falta para que a auga e o frío non lles fagan tanto mal... e teño sorte, as miñas vanse salvando e vounas vendendo ben» cuenta Ángela con el sacwho en la mano, dispuesta a seguir en faena aunque orballe sobre ella.

«Se non veñen granizadas, nós estamos salvados»

Manuel Martínez puso una plantación de arándanos ecológicos en Cotobade. El año pasado, debería haber recogido su primera cosecha. Pero las cosas no fueron bien, ya que una granizada dio al traste con casi toda la producción. Ahora, cuando las plantas están a punto de tener flor, cruza los dedos: «Se non veñen granizadas, nós estamos salvados», señala.

«Temos clientes esperando e non podemos servilos»

Luz Gómez compagina tres facetas laborales. Es ingeniera forestal, educadora ambiental y regenta una huerta ecológica en Bueu. Dice que el problema al que se enfrentan los productores no es pequeño: «Temos clientes esperando e non podemos servilos. Xusto estabamos a punto de ampliar a produción e buscando fórmulas para facela máis rendible», dice.