El municipio crece, pero preocupa la caída en el rural y el segundo año con crecimiento vegetativo negativo
25 mar 2018 . Actualizado a las 09:26 h.Pontevedra ha roto una nueva frontera en cuanto a población: el padrón municipal cerró el año 2017 superando por primera vez los 84.000 habitantes. Por poco, pero una nueva barrera queda atrás. El municipio recupera así la senda de crecimiento constante en el número de habitantes que en los últimos 20 años solo se vio interrumpido en dos ocasiones: en 2013, cuando el padrón bajó en 166 personas; y en el 2015, cuando se quedaron por el camino 63 inscritos. En el resto de ejercicios, siempre se ha subido, desde los 73.066 vecinos que recogía el padrón municipal en 1996 hasta los 84.007 que era la cifra el 31 de diciembre del 2017. Cerca de 11.000 habitantes más en poco más de una veintena de años, una cifra nada desdeñable en un contexto generalizado en Galicia de pérdida de población.
Pero la buena noticia para el Concello no es completa, ya que se ve acompañada de dos datos que resultan preocupantes. Por un lado, el paulatino descenso de población en el ámbito rural, ya que las parroquias han perdido 1.130 habitantes en ese mismo período en el que la población del municipio se disparó. Y por otro lado, que el 2017 fue el segundo año consecutivo en que Pontevedra registró más defunciones que nacimientos, lo que arroja un crecimiento vegetativo negativo.
Pérdida gota a gota
Con respecto a la población en el rural, se trata de una pérdida de población constante, casi gota a gota, pero que se va dejando notar. El año pasado perdieron población diez de las quince parroquias pontevedresas: Alba, Bora, Campañó, Cerponzóns, Lérez, Marcón, Santa María y San Andrés de Xeve, Tomeza y Verducido. Estas diez se dejaron por el camino 89 residentes, con especial incidencia en Santa María de Xeve y Marcón, que perdieron 24 y 18, respectivamente.
Las cuatro parroquias que aumentaron en número de habitantes (A Canicouva, Lourizán, Mourente y Salcedo) apenas sumaron 26 nuevos inscritos, lo que deja el saldo total en una pérdida de 63 habitantes en el rural (que aporta 20.199 vecinos a Pontevedra) frente a los 225 en que aumentó el padrón en el casco urbano (con 63.808 censados).
En cuanto al crecimiento vegetativo, el 2017 registró un número inusualmente alto de defunciones (713, cuando la media en los diez años anteriores eran 601). La buena noticia es que los nacimientos (634) aumentaron por primera vez desde el año 2012.
Cuarto año de incremento de extranjeros
El número de extranjeros residentes en Pontevedra volvió a crecer en el 2017 hasta situarse en las 3.682 personas. No es un dato baladí, ya que es el cuarto año consecutivo en que se incrementa la cifra, que había bajado totalmente durante lo más duro de la crisis económica. Tres son las nacionalidades con mayor peso entre los extranjeros que forman parte del padrón municipal: portugueses (421 residentes en Pontevedra), brasileños (390) y marroquíes (387). En el padrón figuran hasta 87 nacionalidades distintas. Y como dato que puede resultar llamativo, entre esos 3.682 extranjeros solo hay un sirio.
Dos de cada diez vecinos tienen más de 65 años
La población mayor de 65 años supone ya el 19,95 % del total de los vecinos de Pontevedra. Son un total de 16.762 residentes que han pasado ya el umbral de la edad de jubilación. La cifra ha crecido notablemente en los últimos años, ya que hace una década, en el 2008, eran 13.374 los pontevedreses con más de 65 años. Entonces suponía un porcentaje del 16 %. Otro dato que se traduce del padrón es el alto número de centenarios que viven en el municipio. El 31 de diciembre eran un total de 44. Siete de ellos habían cumplidos ya los 105 años, y había una persona cuyo DNI reflejaba una edad de 109 años.
La población de 0 a 4 años bajó un 17 % en una década
Pontevedra no se escapa de la dramática tendencia general en cuanto a natalidad. Cada vez nacen menos niños, y eso también tiene su reflejo en el padrón municipal, que desde el año 2009 ve como cada año disminuye el número de vecinos de edades comprendidas entre los 0 y los 4 años. El 2017 se cerró con 3.419 pontevedreses en esta franja de edad, 51 menos que a finales del año anterior. Si se echa la vista atrás, el dato es todavía más preocupante. Hace solo una década, en los parques pontevedreses jugaban hasta 4.137 niños y niñas de esa edad, un 17 % más de los que hay ahora.