Monte Porreiro se suma a los movimientos vecinales al margen de las asociaciones

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

S.B.

La polémica de los composteros derivó en una plataforma que también denuncia el abandono del barrio

25 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las asociaciones vecinales al uso parecen haber perdido algo de fuerza en los últimos tiempos. Hay quien no se siente representado por estos colectivos, y en Pontevedra están surgiendo movimientos alternativos. Es el caso del colectivo Mollavao Si, surgido hace un tiempo ante la falta de presencia del barrio en los foros vecinales y, sobre todo, ante la falta de interlocución con el gobierno local.

Otro ejemplo se esta viviendo estos días en Eduardo Pondal, donde un grupo de vecinos asegura haber recogido unas 300 firmas para protestar contra el primer compostero comunitario, que se instaló en la zona con el visto bueno de la asociación de vecinos del barrio.

Y también con el plan de compostaje como germen, en Monte Porreiro ha surgido una nueva plataforma, «Adelante con Monte Porreiro», que se sitúa también como alternativa a la asociación O Mirador. En este caso son ocho los vecinos que han emprendido una cruzada por defender su barrio, y desde la plataforma quieren denunciar el maltrato que, a su parecer, viene sufriendo desde hace años Monte Porreiro por parte de las Administraciones. Por proximidad, ponen más énfasis en cuestionar la gestión que hace el Concello de Pontevedra, pero tienen críticas para todos. También para la Xunta, a la que reprochan las reiteradas promesas incumplidas sobre el soterramiento de la línea de alta tensión que cruza el barrio.

El estallido de «Adelante con Monte Porreiro» fue el plan de compostaje. Los portavoces del colectivos aseguran que no están en contra de este sistema -aunque lo hacen enarbolando papeles impresos de Internet sobre los perjuicios del compost-, sino de la forma en que se pretende hacer en Pontevedra y del elevado número (una veintena) de composteros que se preveía poner en el barrio tras acordarlo el Concello con la directiva de la asociación vecinal.

Una tensa asamblea de la asociación de vecinos derivó en la creación de una comisión que forzó la paralización del plan, y acabó dando pie a la creación de la plataforma vecinal.

Niegan que quieran dividir al barrio, sino que afirman que su objetivo es «hacerlo más fuerte» y defenderlo ante la Administración. Y tienen una larga lista de agravios que a los que exigen que se ponga remedio. Desde la ausencia de una asistente social permanente hasta que el servicio de pediatría en el centro de salud solo funcione dos días a la semana y que el profesional que lo lleva tenga que atender al mismo tiempo al barrio pontevedrés y el municipio de Barro.

Y también, obviamente, tienen quejas, múltiples quejas, sobre el mantenimiento urbano de Monte Porreiro. Aseguran que cuando llueve se forman auténticas «piscinas», que la aceras están en mal estado, los jardines descuidados, los parques infantiles no son aptos para niños mayores de 12 años, las papeleras rotas...