Dice que le falla un poco el oído, pero se mantiene firme como la majestuosa Metasequoia que plantó en 1951 en Lourizán. Ayer cumplió 100 años y prefirió acudir por su propio pie al Concello a una recepción con el alcalde, en lugar de que Miguel Anxo Fernández Lores le visitara en su casa para felicitarle personalmente, como suele hacer con todos los centenarios de esta ciudad.
Fernando Molina Rodríguez fue el primer director del Centro Forestal de Lourizán y está considerado como uno de los iniciadores de la investigación forestal en Galicia. Nació en Pravia ( Asturias) y lleva 70 años viviendo en Pontevedra. Como recordaba ayer, después de realizar sus estudios de ingeniero de Montes en Madrid y de cumplir el servicio militar, ingresó en el Instituto de Investigación Forestal y su primer destino fue Lourizán. «El centro se fundó en 1944 y yo llegué en 1947, así que viví su primera etapa».
Fue su director desde 1959 hasta 1985, año en el que se jubiló, promovió la Escuela de Capataces, coordinó importantes proyectos de investigación sobre producción forestal, fue testigo de la evolución del monte gallego y es autor de importantes estudios sobre diversas especies. Tras su jubilación, se convirtió en presidente de la Asociación Forestal de Galicia y siguió ejerciendo su pasión de selvicultor.
«Me he divertido y he disfrutado mucho en estos 70 años en Pontevedra», resumió Fernando Molina, quien asegura que esta tierra y esta ciudad tiene el mejor clima del planeta para la producción forestal como para vivir en ella.