Durán pide «a maior xenerosidade» para desatascar el dragado del Lérez

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

RAMON LEIRO

Portos insiste en buscar alternativas al bloqueo actual, pero las condiciona al consenso

24 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El dragado de la desembocadura del Lérez y del canal del río hasta el cabo de Os Praceres lleva meses sin avanzar por la disensión entre las cofradías de la ría, no en cuanto a la conveniencia de la obra, sino a la idoneidad del punto de vertido, fijado en el estudio de impacto ambiental al oeste de Tambo. En esta situación de tensa espera, que corre el peligro de eternizarse y dar al traste con el proyecto, el presidente de Portos de Galicia, José Juan Durán, hizo ayer, en una visita institucional a Pontevedra, un llamado al diálogo. «O que nos gustaría respecto a todo, e non digo a ninguén en concreto, a maior xenerosidade posible, respecto a todos, porque é un proxecto certamente importante».

Durán explicó que, ante la resistencia de un sector pesquero de la ría a la ejecución del proyecto que se expuso al público, su departamento sí valora la ejecución de la obra en fases. Aunque no lo concretó en esta visita a Pontevedra, sí que ha trascendido que una primera etapa incluiría el río desde el entorno de As Correntes hasta A Barca, mientras que el resto quedaría supeditado al acuerdo de las cofradías, que a día de hoy parece imposible, de ahí el llamado a negociar. Durán añadió que, de todas maneras, sea a través de una obra en fases o de una intervención completa, el consenso será ineludible. «Calquera alternativa de dragaxe desde un ámbito menor vai estar suxeita ao mesmo consenso do dragaxe global. Vamos recabar o mesmo consenso de todos os actores do proxecto ambiental». Ante la insistencia de las preguntas de la prensa sobre la polémica, el presidente de Portos insistió: «O que non vai facer a Consellería do Mar é, de xeito global ou parcial, acometer unha dragaxe que non conte co consenso de todas as partes que forman parte do proxecto».

Durán defendió el estudio de la viabilidad de la obra en fases ante la falta de acuerdo existente en la actualidad con la obra. Por esta razón, justificó que Portos valore distintas opciones. «A nosa obriga é poñer riba da mesa propostas e prantexar alternativas, para que se a dragaxe non pode ser global, o sexa parcial», aseguró.

El dirigente autonómico es consciente de la dificultad a la que se enfrenta la cuestión del dragado. Se oponen al depósito de áridos previsto al oeste de Tambo las cofradías de Portonovo, Bueu y Marín y los bateeiros, y reclaman que se deriven a una fosa al oeste de Sálvora, donde Fomento tiene un punto de vertido autorizado. En principio, estas cofradías no se oponen al dragado que reclaman Raxó, Lourizán y Pontevedra para mejorar sus bancos marisqueros, pero sí recelan de los problemas que podría causar el depósito de miles y miles de toneladas de áridos en la ría sobre el marisco y la pesca ante la posible turbidez de las aguas por partículas en suspensión. Portos ha argumentado, en diversas ocasiones, que este depósito no causaría daños en el marisqueo y que cambiar el punto de depósito, además de encarecer el proyecto, obligaría a tramitarlo de cero y retrasarlo años.

Estas son las posturas enfrentadas que, cual nudo gordiano, impiden que se pueda ejecutar la obra. Durán, sin embargo, no se da por vencido y cree que todavía es posible el acuerdo para ejecutar ya toda la obra o al menos replantearla en fases. «Desde a Administración non imos desmaiar nin un segundo en seguir traballando na procura de alternativas», sentenció el máximo responsable de Portos.