La nueva vida de las últimas monjas Clarisas

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

emilio moldes

Sor Sagrario y sor Purificación viven separadas meses después de haberse cerrado el convento de Santa Clara

23 feb 2018 . Actualizado a las 07:58 h.

Cuando en septiembre del 2017 se cerró el convento de Santa Clara, el principal foco se puso en qué iba a pasar con el edificio y su huerta, un auténtico pulmón verde en pleno centro de la ciudad que por primera vez en ocho siglos se quedaba sin vida conventual. Sin embargo, para algunos pontevedreses, como por ejemplo para personas ligadas a la cofradía de la Veracruz, lo más importante era qué iba a ocurrir con las dos últimas monjas del cenobio, sor Sagrario y sor Purificación, que llevaban muchos años en esta comunidad. De hecho, sor Sagrario había ingresado en el convento pontevedrés con 16 años para no salir ya más. Así que pontevedreses como Salvador Rey, que llevaba muchos años haciendo trabajos de mantenimiento para las monjas, se desesperaban y decían que sor Sagrario, ya de avanzada edad, no se iba a acostumbrar fuera de Pontevedra. Han pasado cinco meses y hay buenas noticias. Las dos últimas Clarisas de Pontevedra están «felices», aunque, eso sí, ahora separadas. Tras tantos años de convivencia, ahora sor Sagrario está en Ribadeo y sor Purificación en Santiago.

En septiembre, las dos últimas Clarisas de Pontevedra fueron llevadas al convento que tiene la congregación en Santiago. Pero, tal y como explicaba ayer la madre abadesa, sor Consuelo, una de ellas, sor Sagrario, solicitó el traslado al cenobio de Ribadeo, y allí fue llevada. «Así lo decidió ella y así se hizo», decía ayer la abadesa, que añadía: «Tanto sor Sagrario como sor Purificación, a la que llamamos Puri, están felices. La vida es la misma que llevaban en Pontevedra solo que en otro sitio, y ya nos conocíamos todas, así que se adaptaron divinamente. Aquí estamos encantadas con ellas y sor Puri con nosotros y me consta que en Ribadeo pasa lo mismo con sor Sagrario».

«Eu vina moi, moi feliz»

Esa misma versión la aporta Salvador Rey. Reconoce que le costó hacerse a la idea de que sor Sagrario, de la que dice que era

«como unha nai»

, se marcharse de Pontevedra. Pero recientemente acudió a verla a Ribadeo y volvió de allí con una sonrisa:

«Eu vina moi, moi feliz. Ela ten unha bondade infinita, da que saben ben moitísimos pontevedreses aos que axudou coas súas obras de caridade, e tamén ten un voto de obediencia que respecta moito. Está moi contenta en Ribadeo, ela quixo ir para alí porque coñecía ás monxas, xa que viñan de vez en cando a Pontevedra axudarlle». Rei indica que es habitual que en Pontevedra le pregunten

por las monjas, ya que

«fixeron moi ben»

y señala que sor Sagrario

-a sor Purificación no la

vio

-t

ambién se acuerda sobremanera de la ciudad y su gente.

«Preguntoume por todo o mundo e polo convento e a igrexa, ten moita pena de que non haxa culto, de que estea pechada».

También le llegaron buenas noticias de las Clarisas a Alfonso García Limeses, presidente de la cofradía de la Veracruz, que estuvo en el convento de la congregación en Santiago para hablar de qué se iba a hacer con el material de Semana Santa que la entidad guardaba en el convento pontevedrés. Indicó que ya sacaron buena parte del y que lo que queda también se retirará para utilizarlo en los días de La Pasión. Señaló también que el entendimiento con sor Consuelo fue «muy bueno».

Obras para paliar goteras

Por otra parte, falta saber cómo está todo lo relacionado con el convento, la huerta y la iglesia. Sor Consuelo se mostró bastante hermética y señaló que prefiere tirar de prudencia, que de momento todas las dependencias seguirán cerradas. Dijo que hicieron unas obras para paliar algunas goteras que había.

Los actos de Cuaresma, a Santa María

Tradicionalmente, los viernes de Cuaresma tenía lugar un viacrucis en el convento de Santa Clara, organizado conjuntamente por la cofradía del Espíritu Santo y los componentes del Coro de Excantores de los Institutos de Pontevedra. Pero este año, dado que el cenobio y su iglesia están cerrados, toca trasladar este acto a la iglesia de Santa María.

El viacrucis comienza mañana y tendrá lugar tras finalizar la misma de las 20.00 horas. La cofradía del Espíritu Santo explicaba ayer que las estaciones del viacrucis se recorren con una representación de cofrades ataviados con su tradicional vestimenta granate y blanca. El coro pondrá la parte musical.

El curioso caso del Nazareno

Por otra parte, otro de los cambios relacionados con el cierre de Santa Clara afecta de lleno a la cofradía de la Veracruz. Uno de los pasos que sacaba en procesión en Semana Santa esta entidad era un Nazareno, propiedad de las Clarisas. El santo ya no está en Pontevedra, sino que se lo llevaron a Santiago junto con otras reliquias del convento y de la iglesia. Así que no podrá salir en la comitiva. Dicen desde la cofradía que sacarán otro, aunque todavía no desvelan qué iglesia se lo cederá.