«Los niños pasan mucho tiempo mal sentados y hoy son muy sedentarios»

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Ramón Leiro

El especialista apunta que la campaña escolar busca actuar antes de que aparezca el dolor de espalda

23 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Manuel Fraiz Barbeito (Caracas, 1972) es uno de los fisioterapeutas de la Unidad de Desviaciones del Raquis del Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra (Chop). Participa en la campaña de prevención del dolor en la espalda que se lleva a cabo en colegios públicos de la ciudad. Empezó en enero y llegará a seis centros educativos.

-¿Cómo nació esta iniciativa?

-Surgió desde la experiencia. Cada vez vemos más niños con problemas de espalda que están claramente relacionados con sus malas posturas. Estábamos viendo que dedicábamos mucho tiempo a un niño y dejábamos a otros tantos en el cole que no venían a la consulta. Y viendo que la causa más frecuente del dolor son las malas posturas nos planteamos diseñar algo. No es nada innovador, lo han hecho ya en muchos otros sitios y la actuación más eficaz es ir a los colegios, donde pasan la mayor parte del tiempo sentados.

-¿Cuántos colegios participan?

-Intentamos ir a todos los colegios de Pontevedra con un convenio, pero al final en esta primera fase decidimos probar solo en seis. El Concello aceptó intervenir y ellos se encargaron de la gestión con los centros. Empezamos en enero a desarrollar los talleres en los colegios, pero llevábamos un año y pico trabajando.

-¿Por qué se dirige a alumnos de 4º y 5º de primaria?

-Elegimos esas edades porque los niños ya son conscientes un poco de lo que es su postura, su cuerpo. Son capaces de recordar las cosas que le dices y ya tienen unos ciertos conocimientos a nivel anatómico y empiezan a saber lo que es un músculo, la columna vertebral... También conocen algo de ángulos, que es importante para saber por qué pasan ciertas cosas. Los niños a esas edades suelen tener una baja incidencia de dolor. Y si nos acercamos más a los 13 o 14 años ya tenemos una mayor incidencia de dolor. Por eso tenemos que actuar antes de que aparezca.

-¿Qué consecuencias puede tener no detectar esos malos hábitos en la infancia y arrastrar ese dolor en la etapa adulta?

-Tampoco hay que ser alarmistas. Lo que vemos es que la mayoría del dolor, un 80 %, se asocia a las malas posturas. Esto significa que los niños que tienen dolor crónico durante esta primera infancia suelen ser adultos que tienen más riesgo de tener dolor de espalda. Si actúas ahora, posiblemente disminuya el dolor de espalda en adultos, que es la enfermedad más prevalente en la sociedad actual. Los niños a estas edades pasan mucho tiempo sentados y mal sentados. Si eso se perpetúa pueden aparecer alteraciones posturales, a nivel vertebral deformidades que se asocian a enfermedades como la hipercifosis, la escoliosis y otras. Y pueden favorecer un crecimiento asimétrico a nivel óseo.

-¿Qué entendemos por malos hábitos posturales?

-Se hacen mal muchas cosas. Además de las malas posturas, los niños hoy son muy sedentarios. Y ese es otro punto muy importante de la campaña, el sedentarismo. Hoy hay dos extremos, el niño que hace muchísimo deporte y el que no hace nada. Los dos extremos suelen ser extremos de dolor. La competitividad deportiva en un niño no es buena, tiene que ser lúdica. Tiene que disfrutar y no generarle más estrés. Y luego está la mayoría, que no hacen nada.

-¿Qué es lo primero que se detecta en esos talleres?

-Lo que peor vemos es cómo se sientan. A veces los muebles no están adecuados al tamaño y a la edad del niño y tampoco ayudan porque o no llegan al suelo o se sientan en el borde de la silla, algo fatal para la zona lumbar. Y apoyar los pies en el suelo es fundamental para fijar la postura. Si no se puede cambiar el mobiliario, sí hay soluciones pasajeras, adaptar con libros, tacos de madera... Otro error es poner la pierna debajo del culo porque generamos tensión en el lado contrario.

-Van dos veces a cada centro...

-El primer día es una charla teórica, y el segundo, dos o tres semanas después, se hace un taller práctico, que incluye, además de las posturas, la revisión de mochilas. Los carritos metálicos no son necesarios si las distancias a pie son cortas porque supone añadir más peso a la mochila.