Pontevedra valora instaurar en el futuro una «tarifa plana» fiscal

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

La idea sería repartir el pago de impuestos municipales en cuotas fijas a lo largo del año

20 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Es una opción de futuro que ni siquiera se llevará a cabo en este mandato, pero que se está tomando en consideración en el seno del gobierno local: implantar una «tarifa plana» para hacer frente a los impuestos municipales. Es decir, que se pueda pagar una cantidad fija cada mes o cada dos meses para pagar conjuntamente agua, basura, impuesto de bienes inmuebles y, tal vez, otros cargos fijos municipales como el impuesto de vehículos o la tasa por paso de carruajes.

El portavoz del gobierno local y concejal de Facenda, Raimundo González Carballo (BNG), explicó ayer que es una posibilidad «que non vemos con malos ollos», aunque está todavía muy verde. De hecho, a día de hoy las herramientas informáticas que maneja el Concello de Pontevedra ni siquiera permitirían esa opción. El gobierno local lo tiene «en cartera» de cara a la revolución que supondrán los fondos DUSI para el funcionamiento administrativo municipal. Hay una partida de más de 600.000 euros destinada, precisamente, a mejorar la administración electrónica renovando el sistema informático municipal.

«Relativamente simple»

Esa «tarifa plana» entraría dentro de esa mejora de las herramientas informáticas. «É algo que contemplamos para o futuro, estaríamos falando do seguinte mandato», insistió González Carballo. El procedimiento, señaló, sería «relativamente simple». Se tomaría como referencia la suma total de los que pagó el vecino a lo largo del año anterior en impuestos municipales más o menos fijos, como agua y alcantarillado, IBI o impuesto de vehículos. Esa suma total se tomaría como referencia para el ejercicio siguiente y se dividiría en tres, cuatro o más recibos que el Concello iría cargando al usuario a lo largo del año. La idea es que esos recibos sean todos por el mismo importe. Y, al igual que ya hacen empresas de servicios, al final del ejercicio se haría un cálculo que podría resultar a favor del vecino (se le devolvería la parte correspondiente) o a favor del Concello (en ese caso habría que abonar la diferencia).

La modificación del IBI se queda en el cajón

En el último pleno, la oposición unió sus votos para aprobar una serie de modificaciones en el impuesto de bienes inmuebles (IBI), que el concejal de Facenda ya apuntaba que resultaría «inexecutable». Se trataba de dar la posibilidad a los vecinos de fraccionar en cinco plazos el pago del impuesto (actualmente se permiten dos plazos, aunque casi nadie se acoge a esta opción), de establecer bonificaciones de hasta el 90 % para familias numerosas en función de los ingresos y de facilitar bonificaciones a los inquilinos de viviendas sociales.

Ayer, la junta de gobierno local desestimó definitivamente la aplicación de los cambios propuestos basándose en un informe de la responsable del Órgano de Tesourería e Xestión Tributaria.

No dan los plazos

Con respecto al fraccionamiento del pago, tal y como se propuso en la moción impulsada por PSOE, Marea y Ciudadanos, el informe concluye que «se non pode afirmarse como imposible, dende logo é de moi difícil cumprimento xa no primeiro prazo». El problema es que el Catastro no facilita el censo del IBI hasta el 1 de marzo, y la propuesta era que se gire un primer recibo el día 5 de ese mes, lo cual estando los recibos domiciliados y, por lo tanto, siendo necesaria la participación de entidades financieras resulta materialmente imposible llevarlo a cabo.

En cuanto a las bonificaciones para familias numerosas inquilinos de viviendas sociales, se considera que supondría una carga de trabajo inasumible con la actual plantilla. «Cos medios materiais e persoais dos que dispón actualmente este órgano -indica el informe-, en termos de eficiencia e calidade fai inxestionable a modificación proposta».