Los nuevos reclutas de la Brilat reciben la ansiada boina gris de la brigada

Alfredo López Penide
L. Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

FUTER

14 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A lo largo de las últimas semanas, más de una veintena de nuevos reclutas ha estado recibiendo un adiestramiento específico en la base de la Brilat. De este modo, y una vez superada esta fases de instrucción básica de la unidad, los militares recibieron la boina gris con el azor que los identifica, frente a otras unidades del Ejército, como integrantes de la brigada pontevedresa.

Calarse la boina de la Brilat ha significado el colofón a un largo periplo que, para algunos de estos soldados, arrancó con la presentación, meses atrás, en la Subdelegación de Defensa de Pontevedra de una solicitud para integrarse en las Fuerzas Armadas. Luego vendría la fase de selección de personal, donde, además de pruebas teóricas, debieron superar otras físicas y un examen médico.

Superados con éxito estos obstáculos, los aspirantes se desplazaron hasta alguno de los centros de formación dependientes del Ejército de Tierra. Por delante, tuvieron cuatro meses de adiestramiento básico que, posteriormente, completarían en las unidades que les habían asignado.

En el caso de los destinados a la Brilat, estos fueron recibidos por el general jefe de la brigada, Antonio Romero Losada. No obstante, no serían considerados infantes hasta complementar la formación teórico-práctica de la brigada pontevedresa.