Lonas térmicas para intentar recuperar Pasarón en diez días

PONTEVEDRA CIUDAD

emilio moldes

Resembraron las zonas afectadas a la espera de los informes sobre su estado

13 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Pasarón está en la UCI de los campos de fútbol. El club lo mima con el tratamiento adecuado para tenerlo en las mejores condiciones para el partido del próximo domingo ante el Racing de Ferrol. Ayer, el campo tenía las zonas más sensibles tapadas con enormes lonas térmicas para preservar la zona resembrada y evitar que la lluvia y el frío incidan en el maltrecho terreno de juego. Profesionales del sector reconocen que la lluvia y el frío son los principales factores que dañan el suelo y en los campos del norte de España son dos condicionantes de su estado. «Impide que el césped pueda crecer y con el uso no da tiempo a que se recupere a la velocidad deseada», explican. Es lo que ha ocurrido en Pasarón con tres partidos muy seguidos del Pontevedra en casa. No dio tiempo a regenerar. El club ha encargado un informe a tres empresas para saber el diagnóstico y el tratamiento al que hay que someterlo para evitar el desenlace más probable, que es cambiar el terreno de juego. Pero nadie quiere pensar en esa posibilidad por ahora. Sería levantar casi cuatro mil metros cuadrados de césped y volver a replantarlo. El de Pasarón está desde agosto del 2010, fecha en la que se inauguró el estadio.

Las lonas cubrían la zona central del campo, la más afectada por el juego. En el último partido frente al Escobedo, después de tres días de descanso, el suelo parecía estar mejor, pero los operarios del club se pusieron manos a la obra en cuanto acabó el encuentro de Copa Federación. Taquearon las zonas afectadas y volvieron a pasar la máquina para pinchar el suelo, antes de sembrar y echar arena. Una vez hecho esto, se cubrió y se espera a que prenda. Lo único que hay que prevenir es la lluvia. Los profesionales del sector consultados aseguran que en la zona norte, sabiendo que los meses de enero y febrero son los más duros, hay que trabajar desde octubre «pensando en lo que va a venir». Es más, aseguran que el campo debe tener un tratamiento diario y previo a las épocas más duras para evitar un desenlace como el de Pasarón. «Hay que segar, arreglar y abonar, siempre tenemos que pensar en prevenir», indican.

Aquí el error no está solo en la climatología, los problemas se arrastran casi desde el principio. El consejero del Pontevedra encargado de estas tareas, Manuel Ruibal, asegura que el campo está mal en capas interiores. La arena está muy compactada y no permite un buen drenaje. El césped tiene una altura de dos centímetros y según explica, debería ser de cuatro. Dos veces al año hay que descompactarlo con la pinchadora y volver a resembrar.

Ahora esperan la valoración de las empresas que evalúan su estado, entre las que encuentra la encargada de gestionar el campo del Celta o el Espanyol.

Las lonas cubrían la zona central del campo, la más afectada por el juego. En el último partido frente al Escobedo, después de tres días de descanso, el suelo parecía estar mejor, pero los operarios del club se pudieron manos a la obra en cuanto acabó el encuentro de Copa Federación. Taquearon las zonas afectadas y volvieron a pasar la máquina para pinchar el suelo, antes de sembrar y echar arena. Una vez hecho esto, se cubre y se espera a que prenda. Lo único que hay que prevenir es la lluvia. Los profesionales del sector consultados aseguran que en la zona norte, sabiendo que los meses de enero y febrero son los más duros hay que trabajar desde octubre «pensando en lo que va a venir». Es más aseguran que el campo debe tener un tratamiento diario y previo a las épocas más duras para evitar un desenlace como el de Pasarón. «HAy que segar, arreglar y abonar, siempre pensar en prevenir», indican estas fuentes.

Aquí el error no está solo en la climatología, los problemas se arrastran casi desde el principio. El consejero del Pontevedra asegura que el campo está mal en capas interiores. La arena está muy compactada y no permite un buen drenaje desde que se puso esa hierba. El césped tiene una altura de dos centímetros y según explica, debería ser dos cuatro. Dos veces al año hay que descompactarlo con la pinchadora y volver a resembrar.

Ahora esperan la valoración de las empresas que evalúan su estado, entre las que encuentra la encargada de gestionar el campo del Celta o el Espanyol.